Opinión

Las regiones y la Alianza del Pacífico

Por Jose Luis Parra, Director Ejecutivo del Observatorio Estratégico de la Alianza del Pacífico

La celebración de la XII Cumbre de la Alianza del Pacífico por segunda vez en Cali es una oportunidad para Colombia, y en particular para el Departamento del Valle del Cauca, para mostrarse como una de las regiones de mayor potencialidad dentro de la Alianza. Desde Puerto Varas a Cali, han ocurrido eventos importantes que han cambiado las fuerzas que impulsan el libre comercio en el mundo.

En los últimos 70 años, Estados Unidos ha liderado la apertura económica como el principal mecanismo de crecimiento y desarrollo de los países. Sin embargo, con la llegada del presidente Trump a la Casa Blanca, este proceso ha iniciado un retroceso al comenzar a renegociar diferentes tratados, partiendo por el NAFTA, y por ende aparece una tendencia de volver a los viejos tiempos del proteccionismo. Ante este escenario, aparece la segunda economía del mundo, China, comprometiéndose en el último foro de Davos a liderar el libre comercio, así que los roles mundiales se están cambiando y habrá que esperar qué ocurre con la Unión Europea e Inglaterra para ver el resultado de los ajustes en materia de comercio mundial.

En los últimos 20 años la producción mundial de bienes ha sufrido una movilidad importante. La arremetida de Asia, encabezada por China, va a representar en el año 2017 el 40% de la producción de bienes globales, mientras América Latina ha decrecido un 25% en dicho periodo y su participación es de un 5.1%, la participación de Estados Unidos corresponde a un 24.1% y la de Europa occidental al 20%, según el informe de Euromonitor. ¿Cómo deberá enfrentar la AP este contexto de producción de bienes mundial? En primer lugar, aprovechando los beneficios de la acumulación de origen y a su vez participando en las cadenas globales de valor; esta debería ser una tarea prioritaria de los gobiernos. En segundo lugar, promoviendo la atracción de inversión directa en diferentes sectores de la economía y no solamente en la producción de commodities, la cual suele verse afectada por los ciclos económicos. La Cumbre de Cali se estará dando en un momento muy propicio en donde las definiciones de los presidentes y del sector privado serán claves para mantener viva la esperanza de la integración regional como un camino sin retorno para el desarrollo de nuestros pueblos.

Fuente: Programa de Estudios de la Alianza del Pacífico