Opinión

La política migratoria alemana frente a los refugiados

Mientras que Europa afronta la peor crisis migratoria desde la segunda guerra mundial, cada país de la Unión Europea tiene su propia política migratoria. La de Alemania se caracteriza como la más acogedora, aunque rápidamente se ha visto entre la espada y la pared.
Al inicio de la crisis migratoria del 2015, Alemania recibió hasta 10.000 personas por día originarias de Siria, Afganistán, Irak, Sudán, Norte de áfrica y de los Balcanes; hoy son alrededor de 200 al día, a causa del acuerdo concluido entre la Unión Europea y Turquía para controlar los flujos migratorios hacia Grecia, y del cierre de las fronteras de los países de los Balcanes.
Berlín parece estar de acuerdo en recibirlos, ya que la mayoría tiene una calificación profesional. Sin embargo, el costo del viaje es muy alto, y sólo una parte de la población puede financiárselo. Otro punto no menos importante, es considerar que existe un envejecimiento considerable de la población, que la juventud alemana no puede compensar.
Los jefes de las empresas fomentan esta inmigración, porque les permite reclamar una derogación a la ley sobre los sueldos mínimos, y contratar por poco dinero a los refugiados, teniendo en consideración que hubo una ley promulgada a fines del 2015 para facilitar su contratación.
Los alemanes y ciudadanos de la Unión Europea, ya no serán favorecidos durante las entrevistas de trabajo. 20 billones de euros del Estado, fueron invertidos para sostener esta iniciativa, que lógicamente provoco un aumento del PIB al 0,3% y un aumento de las divisas fiscales.
Según el economista alemán Fernind Fichtner, “la política de bienvenida podría estar considerada como un enorme programa de relanza económica: aumentando el consumo, el costo de salud, arriendos domiciliarios e inversión inmobiliaria... así, el 90% del dinero es devuelto”.
Sin embargo, y a pesar de todas las buenas noticias económicas, estas no sobrevivieron al tema de la seguridad. Mas de 6 atentados terroristas y unos 50 muertos fueron notificados en los censos. Así, la política de “Wir schaffen ... lo vamos a lograr” fue generando una duda.
Según la cita del ministro de finanzas Wolfgang Schaube “nosotros los políticos somos humanos, cometemos errores” la primera ministra de Alemania, Ángela Merkel menciono “ellos no tomaron la medida del problema”. Lo que sus electores expresaron en las urnas de votación, infligiéndole una dura derrota electoral durante las elecciones regionales de septiembre 2016 y con un aumento del partido anti-migratorio AfD.
Alrededor de 70% de los alemanes consideran que la política migratoria de su país es insuficiente, y que se tiene que revisar. Como reacción, Thomas de Maizieres, reajustó la línea migratoria endureciendo la ley. El país no autorizará el permiso de quedarse a los extranjeros que no realicen los esfuerzos para integrarse, como por ejemplo, aprendiendo la lengua nativa. Penalidades y sanciones fueron creados especialmente para ellos.
La mayoría de los atentados reconocidos en Europa, fueron perpetrados por parte de nacionalistas y no por migrantes, constatamos así que las políticas siguen la opinión de la población. A pesar de eso, en la opinión popular, el temor del terrorismo llega a segundo plano en comparación con “la criminalidad extranjera”. Múltiples sucesos tienen mucho peso en el imaginario colectivo, sustentado por un periodismo poco objetivo.
Las estadísticas de la policía criminal (BKA) demuestran que los extranjeros no comenten más delitos o crímenes que los alemanes. Según una investigación de la Universidad de Bielefeld, el grueso de la población de Alemania estaría en descontento con los migrantes, ya que antes de la llegada de los refugiados, la sociedad no se había visto sometida a tantos cambios sociales. Una mayoría (55%) piensa que ellos tienen que volver a sus países de origen cuando la situación mejore, otro 36% estima que los refugiados representan una amenaza para el país.
Como ven, los retos son muy grandes para ese país, que según muchas opiniones, quiere ser “la locomotora de Europa”.