Opinión

La experiencia de Chile en la OCDE ha sido positiva

Creada en 1961, la Ocde es una organización internacional que reúne a 35 países desarrollados y emergentes, y que del 70 % del mercado global. En ella se genera un diálogo de buenas prácticas y mejores políticas públicas que se traducen en recomendaciones para los países. Su rol ha sido fundamental, por ejemplo, para:

-Alertar la inconveniencia de los paraísos tributarios.

-Exigirles mejores estándares fiscales a los países.

-Señalar las claves para un crecimiento económico sostenible.

Entre sus grupos de trabajo están los de economía, educación, anticorrupción, migraciones, reformas al Estadocomercio e inversiones, entre otros. En cada uno de sus ejes temáticos, la Ocde formula guías y recomendaciones del más alto nivel para sus países miembros. Así, la Organización ya ha realizado estudios para Colombia en integridad pública, impacto del Gobierno Digital en su gobierno herramientas para mejorar la inversión pública.

Pero, ¿cómo será el camino de Colombia hacia la Ocde? Una experiencia interesante es la de Chile, segundo país latinoamericano en ingresar a la Organización después de México. El país entró en 2010, teniendo como base ciertos supuestos:

-Estabilidad macroeconómica.

-Disciplina fiscal.

-Aumento sostenido del PIB per cápita.

Sin embargo dichas condiciones no fueron suficientes porque el país también debía contar con una ley de responsabilidad penal de las personas jurídicas y una regulación que permitiera levantar el secreto bancario. Un elemento fundamental para la incorporación de Chile fue dar una señal clara de combate a la corrupción, por medio de iniciativas que facilitaran su persecución y castigo.

A siete años de su ingreso, podemos decir que formar parte de la Ocde ha sido positivo para el país, primero porque se ha establecido una línea de base para el diseño y la implementación de sus políticas públicas; la cooperación técnica y las recomendaciones del Organismo han tenido enorme valor en nuestra institucionalidad ambiental, mejora de la calidad de las regulaciones y materias de integridad pública.

Segundo porque le ha permitido a Chile compararse con los países que van a la vanguardia en materia de políticas públicas, estableciendo un punto de referencia más exigente y desafiante para nuestros policymakers,o responsables de diseñar las políticas.

Finalmente porque la discusión técnica y basada en evidencia propia de la Ocde establece un marco para la discusión política que después se produce en el país. Así ocurrió en legislaciones tan relevantes como el lobby, el financiamiento de las campañas políticas o la mejora de las estadísticas públicas.

El tiempo ha demostrado que las buenas instituciones públicas son claves para el progreso y bienestar de los países. Ahí radica, sin duda, el mayor beneficio de la Ocde para los ciudadanos: instituciones de calidad para el desarrollo. En la medida en que los países cuentan con políticas públicas de calidad, se vuelven más atractivos para la inversión extranjera y generan mayores oportunidades para las personas.

El camino que debe recorrer Colombia será arduo. Su plena incorporación como miembro dependerá, en gran medida, de la voluntad política de sus líderes para poner al país en un estado superior.

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Fuente: Periódico Digital. Universidad Nacional de Colombia