Opinión

Desde Chile, dos apuestas por China

¿Qué ventajas existen en Chile para tejer vínculos de negocios con China?

AZ: Primero, Chile tiene buena relación diplomática, económica y comercial con China. Los dos países cuentan con una relación y confianza sólida. El año pasado se cumplieron 50 años de relación entre ambos países y eso es una ventaja, porque tejer vínculos de negocios con China está basado en una relación estrecha, sana y de mucha confianza.

Segundo, comparado con otros países de América Latina, Chile es un país abierto y estable para hacer negocios, El tratado de libre comercio entre China y Chile ha promovido mucho el crecimiento del intercambio económico y comercial entre ambos países.

IT: Hay algunos elementos estructurales, como las relaciones desde 1970 y otros hitos diplomáticos por lo que, a ojos de China, somos un aliado estratégico como país.

También creo importante el hecho de que nuestro país cuente con presencia a nivel empresarial (bancos, minería, retail, viñas, frutícolas), ya que nos ha permitido generar un valioso conocimiento de negocios en relación con el gigante asiático. Lo mismo se puede decir respecto de ciertas instituciones que juegan un rol muy relevante, como las oficinas comerciales de ProChile.

Sin embargo, a nivel micro, no existen la verdad muchas ventajas como emprendedor para hacer negocios con China.

La inversión china en Chile ha estado muy enfocada en energía y recursos naturales, ¿ve potencial de ampliar a otros rubros?

AZ: Además de la industria alimentaria, veo potencial en el sector tecnológico. Chile se ha destacado como el hub digital para la región latinoamericana, disponiendo de un alto nivel de infraestructura tecnológica y de telecomunicaciones, y talento digital, además de un ecosistema tecnológico. Estas características pueden ser de interés para las empresas proveedoras de tecnología cloud, industrias creativas y otras empresas tecnológicas de China.

IT:  Existe una reciente y creciente diversificación hacia otras industrias, sobre todo cuando se trata de operaciones de menor tamaño. Las inversiones china han pasado de energía y minería a agroindustria, vitivinicultura, acuicultura, tecnología, educación, astronomía, movilidad, construcción, banca y finanzas, etc; y esto en tan solo unos pocos años. En este sentido, inconveniente importe consiste en el registro sistematizado de dichas operaciones.

También vemos que hay cada vez más empresas chinas participando y ganando procesos de licitación pública como China Harbour, China Railway; empresas de movilidad como Didi; empresas tecnológicas como Huawei, ZTE, Xiaomi; empresas de drones como Dji; empresas del rubro agroindustrial como Joyvio; bancos comerciales como el Bank of China o el China Construction Bank, o policy Banks como el China Exim Bank; empresas del rubro F&B como Yanghe o Yantai Changyu; entidades del mundo educacional como Tsinghua, por mencionar algunos ejemplos.

¿Dónde avizora mayor potencial de crecimiento para los negocios con China en el corto y mediano plazo?

IT: Claramente, el desafío sigue siendo – sobre todo para Chile – poder realizar envíos con mayor valor agregado en industrias en donde nuestro país cuenta con una ventaja comparativa. En ese sentido creo que lo que están haciendo empresas como NotCo, Karun, Crystal Lagoons y otras – desde el punto de vista de su internacionalización – es muy interesante y compatible con una eventual expansión a China. No opino lo mismo respecto de otras empresas que han tenido un crecimiento notable en industrias de delivery, donde claramente la competencia en China sería brutal.

AZ: Creo que, en el corto y mediano plazo, la exportación chilena a China de alimentos saludables, por ejemplo, puede tener mayor potencial de crecimiento. China es actualmente el primer destino de las exportaciones silvoagropecuarias chilenas. Se espera que en el futuro cercano se puedan ir sumando nuevas aperturas de otros productos que puedan satisfacer la nueva demanda del mercado chino.

Además, en los últimos años el aumento del proteccionismo en algunos mercado objetivos, le han generado un impacto negativo a la inversión china, especialmente en América del Norte y Europa. Por el contrario, América Latina en general, y Chile en particular, se han posicionado como destinos atractivos y abiertos para los inversores chinos.

¿Qué caminos o mecanismos – público y privados – se podrían emplear, o crear, para potenciar las relaciones económicas con China?

IT: Debería existir una mejor coordinación a nivel público, privado, gremial y académico de los esfuerzos que se hacen con China. Si estos actores no se coordinan entre sí, se produce el efecto negativo de la “dispersión” de los esfuerzos. Un clarísimo ejemplo contrario a lo anterior, ha sido el caso de Sinovac y el proceso de vacunación en Chile, donde todos los actores mencionados anteriormente han trabajado y cooperado conjuntamente para cumplir un objetivo muy claro: que la mayor cantidad de chilenos y chilenas se vacune en el menor tiempo posible. Otro desafío dice relación con cómo ayudamos a las pequeñas y medianas empresas en sus esfuerzos de expansión a China. Si bien algo se ha hecho, creo que podrían destinarse mayores recursos e iniciativas.

AZ: Creo que a nivel público, los dos gobierno pueden profundizar las relaciones y cooperaciones a través de establecer diferentes canales de diálogos de distintos niveles. Para las empresas chinas, es muy importante seguir los alimentos y orientaciones del gobierno.

Los diálogos de alto nivel y en distintos sectores entre ambos gobiernos pueden promover mucho el comercio y la inversión con China. Y siempre es importante una cooperación público-privada para discutir y hacer promociones. Y en ese caso, el rol de las asociaciones y/o cámaras puede ser fundamental.

El embajador chino afirma que en Chile hay cierta falta de información sobre cómo operan las empresas de su país. ¿Qué opina?

AZ: Es cierto. Las empresas chinas tiene distintos tipos: públicas de gobierno centras, públicas de gobierno provincial, privadas, etc., y tienen su propio sistema de operación y procesos, que puede ser no fácil de entender por los chilenos. Creo que se podría abordar la falta de información, a través de esfuerzos de instituciones públicas y privadas organizando distintas actividades de intercambio entre empresas chinas y chilenas, haciendo entrevistas a las empresas chinas que han instalado en Chile para conocer su experiencia y cómo piensan.

IT: Estoy de acuerdo, pero para el mundo occidental resulta muchas veces complejo acceder a cierta información y entender la estructura u operatividad de las empresas chinas (sobre todo las estatales). Mi recomendación ha sido que China ganaría si apoyara al mundo occidental a comprender las diferencias propias de su sistema económico y empresas, y esta me parece ha sido la lógica que se ha seguido al reforma las empresas estatales dotándolas de mayores elementos de mercado, fusionándolas, abriendo su propiedad accionaria, mejorando su gobernanza, entre otras medias.