La charla se concentró en analizar cómo se insertan los valores en las relaciones internacionales de hoy, y cómo dialogan estos valores con los intereses de Estados alojados en el clásico concepto de la realpolitik. Frente estas interrogantes, la profesora Neuss respondió que los valores en el escenario internacional occidental, preferentemente, están representados en las normas y reglas que nos entrega el derecho internacional. Valores como la democracia, la responsabilidad de proteger los derechos humanos, y el respeto por otras civilizaciones, entre otros, dice la profesora, están arraigados hoy en día en la dinámica internacional de las realidades occidentales y se encuentran internalizados en las políticas internas de los países que pertenecen a las Naciones Unidas, organismo que regula el cumplimiento de los valores mencionados.
El comentario del profesor Durán, además de otros tópicos, enfatizó en un caso en particular tratado por la profesora Beate Neuss, entre la dicotomía que se establece entre un mundo de libre mercado y un mundo regido por valores en derecho internacional. ¿Hasta qué punto se sacrifican los valores por mantener relaciones comerciales con mercados atractivos? El caso obligado en discusión fue China y sus relaciones económicas con occidente en circunstancias en que en la nación oriental mantiene un gobierno autoritario con claras evidencias de vulneración a los derechos humanos y al medio ambiente, entre otras malas prácticas. ¿Deben las economías "castigar" a los países que no respeten los valores aceptados? ¿Sería "justo" para las sociedades de esos países bloquear su economía?
Otro importante tema en discusión fue el límite entre promover los valores occidentales del derecho internacional e imponerlos a otras civilizaciones. La discusión llevó a una reflexión en torno al accionar de Estados Unidos en escenarios como Afganistán e Irak, comprendiendo que si bien el rol de Estados Unidos como potencia mundial aún es importante en materias de seguridad, se debe atender a las diferencias culturales y a modos distintos de entender el mundo.
La conclusión generalizada de la mesa, antecedida por un interesante intercambio de ideas entre los participantes, fue que aún queda mucho camino por recorrer en relación a la incorporación de valores en las relaciones internacionales, y que mientras no se potencie desde una real voluntad de los países a organizaciones como Naciones Unidas, se hace cada vez más difícil controlar la primacía de los valores que se entienden como necesarios en las reglas de convivencia en el mundo de hoy.
Fuente: Fundación Konrad Adenauer