El fallo de la Haya no satisfizo las expectativas de Chile. Sin embargo, se acotó el asunto, circunscribiendo el objetivo del diferendo a la obligación de negociar, sin entrar a definir un resultado preestablecido.
Se abre un espacio que enrarecerá las relaciones entre Chile y Bolivia. La resolución de la Corte lejos de disminuir las visiones antagónicas las profundiza. Ya las encuestas en Chile muestran como se acrecienta la opinión generalizada que a Bolivia no se le debe conceder nada más que los beneficios de los cuales disfruta. Por su parte, autoridades y pueblo boliviano piensan que el fallo les abre el camino para asegurar una salida soberana al mar, de la cual creen disfrutarán en corto plazo. La Haya abrió un camino que profundiza las diferencias.
El nuevo escenario exige una nueva estrategia de largo plazo. Serán contenidos importantes de la misma los siguientes: i) Mantener la unidad nacional en nuestro planteamiento y forma de enfrentar el tema. Al respecto, ya han surgido voces discrepantes y es vital aunar posiciones en una política de Estado sin fisuras; ii) Reforzar el contenido, argumentación y fundamentos jurídicos iii) Incorporar con urgencia un actuar político y comunicacional que apoye lo jurídico; iv) Dar énfasis a una fundamentación muy sólida con respecto a la dimensión histórica. Se requiere que la Corte comprenda y valore el actuar de Chile en su vínculo con Bolivia v) Evitar la escalada del conflicto. Es importante asegurar una relación armónica con Bolivia, en un ambiente donde crecientemente Morales buscará tensionar y desafiar a Chile de múltiples maneras en diferentes foros e incluso tratará de abrir negociaciones paralelas y vi) Dotar al Agente de un control integral de toda la estrategia
Se enfrentarán dificultades importantes. La más compleja, será revertir la caricatura que ha presentado Bolivia, haciéndonos aparecer como un país expansionista, agresivo y que no cumple sus acuerdos.
La nueva estrategia exige creatividad, coherencia, construcción de un mensaje creíble ante la comunidad internacional, alta dosis de apoyo societario y una potente acción de diplomacia pública, basada en un plan compartido de carácter integral y no solamente jurídico.
Fuente: El Mercurio