El pasado 25 de noviembre, el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica (CEIUC) en conjunto con el Centro de Excelencia de Asia y el Pacífico de Nueva Zelanda (CAPE LatAm) realizaron el seminario "Diversification as a response to trade disruptions: perspectives from New Zealand and Chile", que tuvo como objetivo analizar la situación comercial actual y cuál será el futuro escenario post pandemia Covid-19.
La actividad, que fue moderada por el director del CEIUC, Jorge Sahd y que tuvo palabras de bienvenida de Matthew O’Meagher, director del CAPE, contó con destacados panelistas:
Alan Bollard, exdirector ejecutivo de APEC; Clare Kelly, Assistant Secretary del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Nueva Zelanda; Rodrigo Yáñez, Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales y Hermann González, coordinador macroeconómico de CLAPES UC.
En un contexto donde la pandemia ha afectado todas las economías globales, la crisis plantea importantes desafíos para Chile y Nueva Zelanda, países con economías pequeñas y que dependen del intercambio comercial que deberán analizar cómo replantearse luego de la pandemia.
En ese sentido, Alan Bollard, hizo hincapié en el rol de China ubicándose al centro de la discusión en un panorama mundial donde las cadenas de valor se están reubicando frente a todos los cambios que ha suscitado la pandemia. “Nueva Zelanda y Chile son dos naciones pequeñas y sureñas que dependen del comercio y sufren de la distancia, pero a veces sacan ventaja de estar más aisladas”, comentó Bollard, quien además señaló que ambos países deben apuntar a la diversificación del comercio en los próximos años –aunque aumentarían la dependencia hacia China.
Asimismo, Clare Kelly, declaró que “las reglas necesitan ser reformadas y modernizadas pensando en cómo funciona el comercio hoy”, y añadió que el proteccionismo es una preocupación constante para los dos países, así como también el deterioro del multilateralismo. Además, mencionó que las autoridades neozelandesas están evaluando diversificar los riesgos, las alianzas, y otorgando énfasis en la conexión con países como Chile.
Nuevas oportunidades en temas de alimentos, cambio climático, producción sostenible, energías renovables, entre otras, son los intereses en común que destacó Bollard y lo que ambas naciones están buscando. Todo lo anterior, como parte de la agenda que llevará adelante Nueva Zelanda en la presidencia de la APEC durante 2021 donde afirmó que se “verán propuestas de recuperación a la crisis del Covid-19”.
Por su parte, el Subsecretario Rodrigo Yáñez, señaló que es necesario destacar la “importancia de avanzar hacia lo digital y pensar en las reglas que necesitamos (…) El sector de las tecnologías de la información ha estado en el centro de las respuestas para avanzar” frente a los desafíos que implica la crisis. Además, afirmó que la digitalización ha demostrado ser una herramienta eficaz para afrontar este nuevo escenario”, y tanto la autoridad como Clare Kelly destacaron la participación de ambas naciones el Acuerdo de Asociación para la Economía Digital (DEPA), junto con Singapur. “La diversificación debe ir de la mano con la modernización tecnológica”, remarcó Yáñez.
El Subsecretario también aprovechó de entregar su apoyo a Nueva Zelanda para su presidencia de APEC 2021: “Contribuirá a garantizar la continuidad de APEC en la búsqueda de la integración económica regional, el apoyo al sistema de comercio multilateral y el avance del trabajo hacia un Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico”.
Adicionalmente, el economista Hermann González realizó un completo análisis sobre la diversificación de las exportaciones de Chile en comparación con Australia y Nueva Zelanda, destacando que se evidencian claras semejanzas a nivel de política monetaria, de política fiscal y de política comercial. En particular, señaló el experto, destaca la similitud de Chile, Australia y Nueva Zelanda en términos de exportaciones de recursos naturales y de su ubicación geográfica remota. Además, puntualizó que Chile tiene un grado de concentración de exportaciones similar al de Australia, pero superior al de Nueva Zelanda. Así, si bien el cobre continúa representando un alto porcentaje de la canasta de exportaciones, la concentración de exportaciones en Chile es similar a uno de sus principales referentes de desarrollo, como es el caso de Australia.
En este escenario, González explicó que se debe avanzar en dos alternativas de política pública. La primera opción se refiere a promover la diversificación de exportaciones dentro de cada sector productivo. Otra opción se refiere a explotar las fortalezas institucionales que tiene Chile en materia económica para diversificarse hacia la exportación de servicios. Ambas políticas públicas podrían complementar una estrategia comercial centrada en el fomento y facilitación de exportaciones.