El martes 13 de julio se realizó la conferencia internacional “Standing in the future: New Zealand and the Indo-Pacific Region”, organizada por el New Zealand Institute of International Affairs. La instancia buscaba abordar temas claves como la geopolítica, la sostenibilidad, la geoeconomía e inclusión a través de la participación de voces expertas de la comunidad diplomática, agencias gubernamentales y académicos, como también reunir a jóvenes y empresas a razón de que puedan beneficiarse de una compresión más amplia de la dinámica que configuran la región Indo-Pacífica.
La actividad contó con las palabras iniciales de la Primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern. Luego de eso, el director del CEIUC, Jorge Sahd, participó en el panel relativo a la inclusión en el cual se buscaba responder ¿Cómo garantizar un crecimiento inclusivo para todos? Considerando décadas de crecimiento económico en la región Asia-Pacífico, aún queda pendiente el avanzar en políticas más amplias que permitan mitigar brechas en el ámbito del acceso a la salud, educación y oportunidades económicas, además de evaluar el impacto que provocará el Covid-19 en la región.
Durante su presentación, Sahd abordó las características del sistema internacional y puntualmente del comercio internacional antes de la pandemia, destacando el sentimiento antiglobalización y el respaldo al comercio en términos de la creación de empleos, aumento de los salarios y la disminución de los precios. En cuanto a las tendencias que el coronavirus ha desarrollado, el profesor UC mencionó las interrupciones del comercio, la continuidad de la rivalidad estratégica entre China y Estados Unidos, menor apoyo a la globalización, aceleración de la transformación digital y el surgimiento de nuevas realidades y amenazas, como el cambio climático, los ciberataques y la posibilidad de futuras pandemias.
En cuanto a los retos que enfrenta un país como Nueva Zelanda, Sahd destacó cinco desafíos a afrontar. En primer lugar, restablecer la confianza de los ciudadanos en el comercio. En segundo lugar, mejorar el rendimiento y diversidad de las exportaciones.Tercero, generar las condiciones institucionales necesarias para mejorar la confianza ciudadana en la negociación de tratados internacionales. Cuarto, estimular la transición digital de las micro, pequeñas, medianas y nuevas empresas. Finalmente, un desafío político en pos de avanzar en planes de acción concretos en inclusión y género.
Finalmente, destacó el buen ejemplo de Nueva Zelanda en el marco de desarrollar un marco político para comprometerse con las “comunidades difíciles de alcanzar” y proporcionar un apoyo específico a las mujeres que hacen negocios. Sahd cerró su presentación destacando la necesidad de tomar la inclusión desde una perspectiva global, a fin de generar un entorno adecuado para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más complejo.