Este miércoles 11 de enero, el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica (CEI UC) presentó la tercera edición del índice Riesgo Político en América Latina. El informe documenta las 10 principales amenazas que enfrentan los países de la región, según la mirada de expertos y público general.
Entre los riesgos que detectó el reporte se encuentran el incremento del crimen organizado en la región, un deterioro de la democracia, una gobernabilidad compleja y la posibilidad de que se generen nuevos estallidos sociales.
El director del CEI UC, Jorge Sahd, sostuvo que "dos elementos serán centrales en 2023. El primero es la reconfiguración del mapa político, con el regreso de la marea rosa 2.0, donde 5 de las 6 principales economías de la región serán gobernadas por fuerzas de izquierda".
"Es probable que los ciclos políticos actuales sean más cortos que en el pasado, porque el voto de castigo es el que está marcando todas las elecciones en América Latina desde 2019 a la fecha", agregó.
El segundo elemento que marcará este año, planteó Sahd, "es un gran enfriamiento de la economía, donde la región podría llegar a crecer menos de 1% del PIB. Esta caída, sumada al aumento de la inflación y el costo de vida y las mayores restricciones financieras, puede generar nuevas explosiones de malestar social".
En relación a los riesgos políticos, el académico señaló que el hecho de "que el crimen organizado ocupe el primer lugar demuestra que la inseguridad es una sensación generalizada en la región. Mientras que el retroceso democrático refleja el deterioro que están sufriendo las democracias e instituciones políticas, como hemos visto recientemente en Brasil y Perú. Por último, por tercer año consecutivo, la migración figura entre los principales riesgos políticos, siendo señalado por el panel de expertos en primer lugar".
"La sumatoria de estos riesgos configura un cuadro regional donde la gobernabilidad será crecientemente compleja, convirtiéndose junto con la inflación, la inseguridad y la incertidumbre en los mayores retos que deberán enfrentar un número importante de países latinoamericanos", afirmó el director del Centro de Estudios Internacionales UC.
Riesgo político: Las 10 amenazas a las democracias en América Latina
- Crimen organizado: Según el reporte, se ha registrado un incremento del crimen organizado, de la violencia y un debilitamiento del Estado de Derecho. Estos elementos generan mayor percepción de inseguridad, corrupción e impunidad.
- Retroceso democrático: El informe plantea que hay un deterioro y retroceso de la democracia, además de un avance del populismo y un auge autoritario, ante crisis institucionales y de gobernabilidad.
- Gobernabilidad compleja: El estudio constata una incapacidad creciente de los gobiernos de cumplir con las expectativas y demandas ciudadanas, ante fragmentación política, falta de acuerdos y alto endeudamiento público.
- Nuevos estallidos de malestar social: Se observa un riesgo de estallidos sociales por el alto costo de la vida, el bajo crecimiento económico, el aumento del desempleo y la informalidad, y un menor espacio fiscal.
- Crisis migratoria: Se aprecia un aumento de flujos migratorios, que puede exacerbar la xenofobia e incrementar los enfrentamientos sociales.
- Inseguridad alimentaria: Este fenómeno, que se suma a la escasez de insumos críticos, puede agravarse dados los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y el cambio climático.
- Polarización y noticias falsas: Se constata una hiperpolarización tóxica a causa de la propagación de noticias falsas y campañas de contaminación informativa como herramienta política.
- Pérdida de competitividad: Esto ocurre especialmente en el desarrollo de los recursos naturales y de las energías limpias, ante escasos incentivos para la inversión extranjera y falta de certeza jurídica.
- Aumento de ataques cibernéticos: Este hecho genera mayor vulnerabilidad de los servicios del Estado, la infraestructura crítica y servicios financieros.
- Debilitamiento de la integración regional: El estudio observa una atenuación de los mecanismos de coordinación regional. Esto puede dificultar la gestión de crisis y aumentar la irrelevancia a nivel global.
Fuente: Pauta