El pasado jueves 20 de mayo, el profesor afiliado del Centro de Estudios Internacionales UC (CEIUC) y académico del Instituto de Ciencia Política UC, Francisco Urdinez, fue invitado por la comisión “U.S. – China Economic and Security Commission” del Congreso de los Estados Unidos a testificar, en calidad de experto, en el panel “China´s Economic Engagement in Latin America and the Caribbean”.
La comisión fue creada en octubre del año 2000 por el Congreso de los Estados Unidos con motivo de investigar, monitorear y presentar al Congreso un informe anual sobre las implicancias en materia de seguridad nacional de las relaciones económicas y comerciales de EE.UU. con China, así como también, tiene por objeto entregar, cuando corresponda, recomendaciones al Congreso para la toma de acciones legislativas y administrativas en la materia.
En su presentación, el profesor Urdinez recalcó que desde 2001 China empezó a reemplazar a Estados Unidos en la provisión de varios bienes y servicios en América Latina, como en créditos para financiar infraestructura, inversión y cooperación científica y tecnológica. Sin embargo, añadió, los países de la región podían mantener buenas relaciones tanto con Estados Unidos como con China, donde el lazo con el país asiatico se vio profundizado por el auge de las materias primas. Pero, desde el inicio de la administración de Donald Trump, el académico indicó que la rivalidad entre Estados Unidos y China ha generado la percepción de que los gobiernos deberían “elegir un bando”, preocupación que no ha sido espontánea, sino que más bien transmitida por el gobierno norteamericano como una estrategia para contener el avance de China en la región.
Para Urdinez, y basándose en datos de opinión pública, desde 2018 los latinoamericanos diferencian entre el ascenso de China como fenómeno económico y el ascenso de China como fenómeno geopolítico, siendo capaces de diferenciar los beneficios económicos del ascenso de China de sus riesgos políticos, hecho que se ha acentuado en mediciones de opinión pública en 2020 y 2021. En esas mediciones, los encuestados muestran que esta visión positiva no se traduce automáticamente en la creencia de que China es un país deseable para profundizar las relaciones políticas. Por otra parte, el académico indicó que el daño que le ha producido la pandemia a China en América Latina es enorme.
En su parte final, el profesor Urdinez recomendó a la Comisión que “el gobierno de Estados Unidos debe entender que su mayor proximidad cultural y geográfica a América Latina y el Caribe, no son razones suficientes para mantener su influencia hegemónica sobre la región”. En este sentido, indicó que si EE.UU. quiere volver a recuperar el papel que tenía en la región antes de 2001, debe “volver a ofrecer los mismos bienes públicos que alguna vez ofreció”. Por último, señaló que Estados Unidos debe poner fin a la política de obligar a los países a "elegir un bando", como también poner fin al nacionalismo económico impulsado durante la pandemia.