A horas para que Donald Trump realice su primera rueda de prensa tras ganar las elecciones de Estados Unidos, las dudas en torno a cuál será el futuro de la relación con China están más presentes que nunca. Esto, ya que en las últimas semanas el republicano ha vuelto ha endurecer su postura respecto a sus principales socios comerciales, enfatizando su plan de establecer aranceles de hasta 45% a los productos de origen chino.
Además, el futuro Presidente de EE.UU. acusó el mes pasado al país asiático de "no respetar las reglas del juego" al devaluar su moneda y practicar el dumping o competencia desleal.
En este contexto, el mercado tiene los ojos puestos en cuál será finalmente la postura del republicano y, adelantándose a los hechos, los inversionistas ya han comenzado a tomar cartas en el asunto. Según datos proporcionados por Sartor Investments con base en datos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), las salidas netas de capital de China se intensificaron en noviembre -mes en que se realizaron las elecciones estadounidenses- totalizando US$ 96 mil millones, frente a los US$ 70 mil millones que migraron en octubre.
Así, de acuerdo al director ejecutivo de Sartor Investments, Pedro Pablo Larraín, hasta noviembre habrían salido unos US$ 635 mil millones de China "lo que es un 10% superior a lo que se llevaba a la misma fecha en 2015". Asimismo afirma que los datos disponibles "sugieren que las salidas netas de capital continuaron en diciembre".
El director de Estrategias de Inversión de BlackRock para la región, Axel Christensen, asegura que "una parte importante de los flujos de salida tuvieron como destino la inversión en otros países, siendo Estados Unidos uno de los domicilios más populares". Además, afirma que las salidas de estos capitales estarán "íntimamente ligadas a la depreciación del yuan en relación al dólar".
Solo en 2016 el yuan se depreció en casi 7% respecto a la divisa estadounidense, ubicándose así en mínimos de más de ocho años. Esta devaluación llevó a que en los primeros tres trimestres de 2016 el Banco Central chino tuviera que gastar US$ 300 mil millones de sus reservas -lo que equivale a más de lo que desembolsó en todo 2015- para tratar de frenar la caída del yuan frente al dólar. Lo anterior, según comenta Pedro Pablo Larraín "ha provocado que las reservas (de China) disminuyan a su menor nivel en seis años".
Otro factor que estaría contribuyendo a la salida de capitales desde China sería el reciente anuncio de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que advirtió que durante 2017 se podrían realizar alzas de tasas más periódicas. Respecto a este tema, Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales de la UC, afirma que "en la medida en que las tasas de la Fed sean mayores que las tasas chinas, sin duda será atractivo para los inversionistas mover sus capitales hacia EE.UU.".
No obstante lo anterior, ayer surgieron una serie de especulaciones respecto a la posibilidad de que el Banco Popular de China siga la tendencia de Estados Unidos y suba las tasas de interés.
FUENTE: El Mercurio