Pronunciamiento de Presidente electo dependerá de viabilidad de la postulación, que enfrenta trabas en EE.UU. y Rusia, y requisitos en China.
La reunión entre el Presidente electo José Antonio Kast y la expresidenta Michelle Bachelet —que se desarrollaba aún al cierre de esta edición, con la idea de analizar la viabilidad la candidatura de ella a la Secretaría General de la ONU— comenzó con las aguas agitadas en el frente interno: pese a la apertura de Kast, el presidente de la UDI Guillermo Ramírez expresó su desacuerdo, y el diputado Jorge Alessandri llamó a no impulsar a alguien cuyas políticas 'hicieron daño y empobrecieron al país'. Pero el futuro de la nominación, más que de la coyuntura nacional, dependerá de la evaluación de sus opciones reales, donde la postura que adopten EE.UU. y China —quienes como miembros del Consejo de Seguridad tienen poder de veto— asoma entre las principales dificultades. De hecho, Kast dijo que 'uno tiene que ver la disposición de otros países de apoyarla o no vetarla', y que al respecto iba a 'conversar con ella lo que más le convenga a Chile', lo que expertos entienden como que ella evalúe si tiene realmente posibilidades. Pero desde el bacheletismo señalan que es Kast quien debe asumir la responsabilidad (y el costo) de decidir si la impulsa o no, mientras que en el Gobierno aseguran que es una decisión conjunta. Valorando la señal de Kast de visitar a Bachelet, la presidenta del PS Paulina Vodanovic apuntó luego: 'Aquí la la evaluación tiene que ser del Estado', considerando los avances de la Cancillería con China o EE.UU., 'lo que será parte de la conversación de Kast y Bachelet'. En línea similar, el excanciller Heraldo Muñoz llamó a que Kast respalde la postulación y que 'la campaña preste especial atención a los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad', pues no cree que tengan decisiones tomada.
El adverso escenario
En teoría a Bachelet le favorecía que era el turno de América Latina, y que hay una fuerte demanda porque una mujer encabece la ONU. Pero Argentina inscribió al director del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi, y trasciende que Europa del Este podría competir. Hasta ahora, Grossi es el único anotado y el que más ha hecho campaña, pero también se anunciaron Bachelet y la costarricense Rebeca Greenspan, con plazo final para anotarse en junio, cuando inicien las deliberaciones del Consejo de Seguridad. Aún así, marzo se menciona como el mes para anotarse, pues en abril-mayo la ONU abre espacios informales de campaña. Así, clave en el análisis que hagan Bachelet y Kast será el diagnóstico del avance de tratativas, que según Cancillería se ha centrado en aprovechar la agenda internacional de Bachelet. Sobre EE.UU., distintas fuentes señalan que la administración Trump no han explicitado ningún veto, así como ninguna señal de apoyo. 'No les entusiasma', es el trascendido en la diplomacia, donde apuntan que conseguir el apoyo norteamericano podría implicar concesiones que afecten prioridades, como la negociación arancelaria. La embajadora ante la ONU Paula Narváez ha realizado gestiones con Washington, pero en la Cancillería explican que con EE.UU. se va esperar a lo que decida y haga el Gobierno de Kast, cercano a Trump. Las señales de Washington, además, apuntan a desestimar que le toque a América Latina. 'La elección debe basarse puramente en el mérito. EE.UU. invitan a candidatos de todas las agrupaciones regionales', dijo su embajadora ante la ONU, Dorothy Shea. En la misma línea se expresó el representante de Rusia, Vassily Nebenzia: dijo que ello 'no impide que otras regiones intervengan', y que 'el mérito viene antes que el género'.
En China, mientras, han tenido palabras elogiosas con Bachelet, quien se reunió con su canciller. No obstante, Beijing le ha subido la vara a un respaldo: que Bachelet primero concite el apoyo de toda la región. Así, el director del Centro de Estudios Internacionales UC, jorge sahd, explica: 'Será fundamental la reunión del Presidente electo con Bachelet, para evaluar la viabilidad real, considerando que EE.UU. no ha revelado su posición; y que China espera un consenso regional, que se ve muy lejano. Veo un escenario complejo propio de este tipo de candidaturas, que requieren una negociación con países claves para obtener el apoyo, con concesiones recíprocas, que deben construirse con el tiempo'.
El adverso escenario
En teoría a Bachelet le favorecía que era el turno de América Latina, y que hay una fuerte demanda porque una mujer encabece la ONU. Pero Argentina inscribió al director del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi, y trasciende que Europa del Este podría competir. Hasta ahora, Grossi es el único anotado y el que más ha hecho campaña, pero también se anunciaron Bachelet y la costarricense Rebeca Greenspan, con plazo final para anotarse en junio, cuando inicien las deliberaciones del Consejo de Seguridad. Aún así, marzo se menciona como el mes para anotarse, pues en abril-mayo la ONU abre espacios informales de campaña. Así, clave en el análisis que hagan Bachelet y Kast será el diagnóstico del avance de tratativas, que según Cancillería se ha centrado en aprovechar la agenda internacional de Bachelet. Sobre EE.UU., distintas fuentes señalan que la administración Trump no han explicitado ningún veto, así como ninguna señal de apoyo. 'No les entusiasma', es el trascendido en la diplomacia, donde apuntan que conseguir el apoyo norteamericano podría implicar concesiones que afecten prioridades, como la negociación arancelaria. La embajadora ante la ONU Paula Narváez ha realizado gestiones con Washington, pero en la Cancillería explican que con EE.UU. se va esperar a lo que decida y haga el Gobierno de Kast, cercano a Trump. Las señales de Washington, además, apuntan a desestimar que le toque a América Latina. 'La elección debe basarse puramente en el mérito. EE.UU. invitan a candidatos de todas las agrupaciones regionales', dijo su embajadora ante la ONU, Dorothy Shea. En la misma línea se expresó el representante de Rusia, Vassily Nebenzia: dijo que ello 'no impide que otras regiones intervengan', y que 'el mérito viene antes que el género'.
En China, mientras, han tenido palabras elogiosas con Bachelet, quien se reunió con su canciller. No obstante, Beijing le ha subido la vara a un respaldo: que Bachelet primero concite el apoyo de toda la región. Así, el director del Centro de Estudios Internacionales UC, jorge sahd, explica: 'Será fundamental la reunión del Presidente electo con Bachelet, para evaluar la viabilidad real, considerando que EE.UU. no ha revelado su posición; y que China espera un consenso regional, que se ve muy lejano. Veo un escenario complejo propio de este tipo de candidaturas, que requieren una negociación con países claves para obtener el apoyo, con concesiones recíprocas, que deben construirse con el tiempo'.
Más cauta es la profesora de la Academia Diplomática, Paz Zárate. 'Es poco realista hablar de apoyos de las potencias, están esperando conocer las candidaturas, las cosas cambian con el correr de los meses. Entonces, el Gobierno entrante debe decidir basado en política de Estado, y mantener el apoyo'. Así, desde el Gobierno indican que Bachelet decidirá finalmente si seguir o bajarse según la actitud de Kast: aunque el Presidente electo obvie las presiones de su sector y no la baje, clave será si se muestra convencido, o si más bien solo no le pone reparos para no pelear con su futura oposición.
