En abril el Fondo Monetario Internacional estimó una expansión de 2,3% para fines de este año y 2,5% para 2018. Sin embargo, ayer rebajó ambas estimaciones a 2,1%.
Han pasado más de cinco meses desde que Donald Trump asumió como presidente de Estados Unidos y aún no hay claridad de cómo concretará el programa de su campaña, con el que aseguró que la economía norteamericana crecería al 3% al final de su mandato.
Sin embargo, las dudas ante la viabilidad de su plan de gobierno quedaron en evidencia, luego de que ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortara sus proyecciones de crecimiento para la primera potencia mundial a 2,1% para fines de 2017 y el próximo año. Con ello, el FMI dejó atrás las estimaciones que había hecho en abril en su informe de Perspectivas para la Economía Mundial donde había proyectado que a fines de este año EE.UU. crecería 2,3% y 2,5% en 2018.
En su comunicado la entidad señaló que sus proyecciones de abril se apoyaron, en parte, en la expectativa de los anuncios de Trump respecto de las rebajas tributarias y el nuevo gasto federal. Sin embargo, precisó, por medio de un comunicado, que ante la ausencia de detalles sobre esos planes decidió revisar sus números. "Mirando los datos de Estados Unidos, es improbable que ese conjunto de políticas puedan generar una aceleración del crecimiento económico de una magnitud de, digamos, aproximadamente un punto porcentual", comentó Alejandro Werner, jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales UC, atribuyó el recorte del FMI a que "Trump no ha mostrado un plan de gobierno articulado y ha tenido dificultades para formar su gobierno. Además no hay conocimiento de los detalles para hacer frente a los riesgos de la economía americana, como el bajo crecimiento, la elevada deuda pública y el déficit de cuenta corriente".
Sergio Urzúa, economista de Clapes UC, manifestó que la baja de las estimaciones "confirma la sombra de pesimismo que se ha sembrado lentamente por la ineptitud de la administración de Trump". Axel Christensen, director de Estrategias de Inversión para Latinoamérica e Iberia de BlackRock, expresó que el recorte era de esperarse, ya que para él fue bastante inusual que el FMI incluyera en sus primeras proyecciones un posible impulso basado en propuestas. "El FMI suele ser bastante conservador en estos temas, no dando por hecho que políticas que requieren de aprobación legislativa sean realidad antes que sean aprobadas", dijo.