Latinoamérica da inicio este mes a intenso calendario electoral, que no solo podría reconfigurar el mapa político y el equilibrio de fuerzas, sino también, según expertos, se trataría de uno de los ciclos de comicios más importantes en la región.
Después de varios años de un débil desempeño económico, con un bajo crecimiento promedio, Latinoamérica se enfrenta ahora a un panorama crítico con la crisis mundial generada por la pandemia de covid-19. Se estima que el PIB regional desplomará entre 7,2% (según Banco Mundial) y 9,1% (de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL) o 9,4% (Fondo Monetario Internacional) este año. La Cepal proyecta que el número de personas bajo el umbral de la pobreza en la región pasará de 185 millones a 231 millones, casi cuatro de cada 10 latinoamericanos, mientras que la pobreza extrema afectará a algo más de 15% de la población.
Las cifras indican una crisis mucho más profunda que la de 2008. Por eso, este “supe ciclo” electoral puede ser un “punto de inflexión”, sostiene Daniel Zovatto, director regional de IDEA internacional. “Si la región aprovecha las oportunidades que le abren las crisis, puede usarlas como acelerador de varias reformas necesarias. Pero si los electores caen en la tentación de elegir a quienes proponen soluciones fáciles a problemas difíciles, Latinoamérica arriesga otra década perdida en lo económico, un devastador retroceso social y un peligroso deterioro de la calidad de su democracia e incluso de un regreso al autoritarismo”, comentó el experto a “El Mercurio”, añadiendo que a diferencia de otros comicios, “si no somos pragmáticos (en estos), arriesgamos todo”.
El calendario
En los pocos meses que quedan del año, habrá cuatro elecciones. La primera será la repetición de las presidenciales en Bolivia, que debían celebrarse en mayo y han sido aplazadas tres veces por la pandemia al 18 de octubre.
Para Jorge Dulón, analista político boliviano, estas representan una posibilidad de consolidar la democracia en el país, “especialmente si consideramos que, tras más de una década (el expresidente) Evo Morales, quien está en Argentina, no se presentará”. Sin embargo, el experto afirmó a este diario que todo dependerá de dos cosas: primero, la “capacidad o falta de capacidad” del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo y de su candidato, Luis Arce, de “independizarse al máximo del ex mandatario” y segundo, de que la oposición “logre dejar de lado sus diferencias y unirse en torno a un solo nombre”.
El domingo siguiente, 25 de octubre, se realizará en Chile el plebiscito constitucional que, según Zovatto, convertirá al país en “el laboratorio electoral más importante del mundo”. “Si gana el apruebo, desde ahora hasta mayo de 2022 vamos a tener alrededor de 8 elecciones de todo tipo en diferentes momentos de la pandemia. Las presidenciales de 2021 se celebrarán, además, en una situación inédita en la que ninguno de los dos candidatos que se alternaron en los últimos 16 años el poder (Michelle Bachelet y Sebastián Piñera) competirán, lo que será clave para la configuración de partidos y la formación de coaliciones”, resaltó.
Un mes después, el 29 de noviembre, Brasil celebrará elecciones municipales. Según expertos, estas podrían ser un termómetro para medir la aprobación del gobierno de Jair Bolsonaro. “Los comicios ganan una relevancia mayor si consideramos que las municipales de 2016, cuando el Partido de los Trabajadores perdió en varias ciudades importantes, como Sao Paulo y Río de Janeiro, sirvieron como presagio de su derrota en las presidenciales de 2018”, comentó Claudio Couto, cientista político de la Fundación Getulio Vargas.
El calendario electoral de este año en la región culmina con las legislativas de Venezuela el 6 de diciembre, envueltas en una fuerte polémica, ya que un grupo de opositores encabezados por el Presidente interino, Juan Guaidó, las rechaza al considerar que no están dada las condiciones para que sean legítimas.
Aunque fuera de la región, las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos también tendrán un impacto en mapa político latinoamericano. Peter Hakim, presidente emérito del think tank Diálogo interamericano, plantea que, si Donald Trump gana la reelección, “los esfuerzos de Washington para reducir la presencia de China en la región se intensificarán, al igual que su presión sobre Cuba y Venezuela”. Pero, si vence el demócrata Joe Biden “es probable que se enfoque en la crisis humanitaria y de DD.HH. de Venezuela en lugar de centrarse solamente en un cambio de régimen y buscar renovar las negociaciones”, aseguró a “El Mercurio”.
2021 y consecuencias
El próximo año habrá presidenciales en Ecuador (febrero), Honduras (marzo), Perú (abril) y Chile (noviembre), además de comicios legislativos en El Salvador (marzo), México (junio) y Argentina (octubre).
En el caso de las presidenciales, los expertos ven la posibilidad en casi todos los países de un cambio de partido en el poder. En Perú, el politólogo e historiador Hugo Neira dijo a este diario que “muy probablemente y siguiendo su trayectoria, se elegirá a un outsider”. En Nicaragua, la oposición se ha unido en la Coalición Nacional para intentar sacar del poder a Daniel Ortega.
En el caso de los comicios legislativos estos servirán para que líderes como Nayib Bukele en El Salvador o Alberto Fernández en Argentina busquen una mayoría en ambas cámaras, algo que ninguno de los dos tiene hoy. En México, a su vez, el mandatario Andrés Manuel López Obrador intentará mantener el dominio del congreso que consiguió en junto con su elección en 2018.
A largo plazo, dijo Zovatto, es muy probable que la región depare nuevas caras y que los votos se traduzcan en “penitencias o reconocimientos positivos” del manejo de la pos pandemia por parte de los mandatarios. “También es probable que muchos gobiernos en minoría y que haya una región mucho más heterogénea en cuanto a su color político”, concluyo.
Fuente: El Mercurio