Nicaragua destaca como uno de los principales exponentes de la consolidación del autoritarismo y el deterioro de lla demcracia, las libertades civiles y el abuso de los derechos humanos en la región, junto a Venezuela, Cuba y Haití, de acuerdo al informe Riesgo Político Latinoamérica 2023, divulgado recientemente.
El informe agrupa a Nicaragua junto a estos países como las naciones en las que se han consolidado regímenes autoritarios y se han transformado en “Estados fallidos”. En el otro extremo, Uruguay y Costa Rica se afianzan como las democracias mejor calificadas de la región. La perspectiva para este 2023 que comienza, no es alentadora.
“Todo parece indicar que las perspectivas para 2023 seguirán siendo mayoritariamente negativas. En Cuba y Nicaragua no se observa voluntad para iniciar una transición a la democracia. Vemos, por el contrario, un recrudecimiento de la represión. En Haití, como un Estado fallido, el desafío pasa por reducir los altos niveles de violencia y estabilizar la situación para crear las condiciones que permitan llevar a cabo unas elecciones que debieron tener lugar hace tiempo; objetivos no fáciles de lograr y que requieren de mucha ayuda de la comunidad internacional”, señala el informe.
“Venezuela es el único régimen autoritario que, con el acompañamiento internacional, ha retomado las negociaciones con la oposición (en México, a fines de 2022) para buscar una salida electoral y democrática”, añade.
Sin democracia ni derecho a justicia para presos políticos
En su primera intervención en 2023, Daniel Ortega reafirmó que no absolverá a los 235 presos políticos a pesar de las “campañas” por su liberación y aseguró que “ni con cadena perpetua” podrían saldar el daño que, según él, le produjeron a Nicaragua durante las protestas masivas de 2018, que volvió a calificar como un “intento de golpe de Estado” al que agregó el calificativo de “sangriento”.
“Estamos viendo cómo actúan con la mayor desfachatez. Aquí, donde se cometieron crímenes, si se captura a los criminales vienen las campañas para que se pongan libres a los criminales”, advirtió Ortega. “¿No les va a caer el peso de la ley? ¿Va a desaparecer la justicia ante los terroristas, ante los golpistas? ¡No! Así como defendemos la paz, tenemos que defender la justicia y la aplicación de la justicia contra los criminales”, justificó el dictador.
El informe, elaborado por el Centro UC de Estudios Internacionales (CEIUC) bajo la coordinación de los especialistas Jorge Sadh, Daniel Zovatto y Diego Rojas, advierte que actualmente bajo el estado policial impuesto por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, no se puede esperar un cambio político en Nicaragua por medio de elecciones.
Nicaragua, un régimen autoritario consolidado
“Este año inicia con el regreso de la marea rosa a América Latina, donde cinco de sus principales economías —Brasil, México, Chile, Argentina y Colombia— son gobernadas por fuerzas de izquierda. Una marea rosa consecuencia del “voto de castigo” en la región, donde en las 14 últimas elecciones (desde 2019 a 2022) los votantes castigaron al oficialismo, con la excepción de una Nicaragua, sin democracia ni elecciones libres”, resalta el estudio.
El análisis advierte que en 2023 sobre lo que califica como regímenes híbridos; Gobiernos que enfrentan retrocesos en su democracias, pero no se han consolidado como Estados totalitarios o represores. Bajo este concepto se agruparon a El Salvador, Honduras, México, Ecuador, Bolivia, Guatemala y Paraguay.
Por ende, el estudio llama a poner la atención en algunos focos de interés en la región para evitar que la situación política y la salud de la democracia en esas naciones, se agrave, o como en el caso de Nicaragua, se traduzca en mayores violaciones a los derechos humanos y políticos de sus ciudadanos.
“Hay que poner el foco en las elecciones generales en Guatemala; el régimen dictatorial en Nicaragua; la deriva autoritaria en El Salvador; la evolución de los gobiernos de Xiomara Castro en Honduras y Rodrigo Chaves en Costa Rica; las elecciones en los estados de México y Coahuila y el inicio del proceso electoral de cara a las elecciones generales de 2024 en México; las elecciones internas de candidatos presidenciales en Panamá de cara a 2024; y en Haití, el curso que toma la grave crisis que afecta al país y si este año finalmente tendrán lugar las elecciones presidenciales que vienen siendo postergadas desde hace tiempo”, cita.
Daniel Zovatto, uno de los especialistas que estuvo a cargo de la elaboración del informe, apuntó en un artículo de opinión publicado en CONFIDENCIAL que ante este panorama políticamente incierto, era difícil tratar de pronosticar cuales son los escenarios a los que puede enfrentar la región en 2023.
“2023 será otro año muy desafiante y todo hace prever que los ‘tiempos nublados’ continuarán en la región. La combinación de ‘calles calientes’ y ‘urnas irritadas’ complicarán la gobernabilidad, convirtiéndola junto con el anémico crecimiento y la inflación, inestabilidad y la inseguridad en los mayores dolores de cabeza para un número importante de gobiernos latinoamericanos”, subrayó Zovatto.
Precisamente en el caso de Nicaragua, un reporte especial publicado por CONFIDENCIAL detalló que el crecimiento económico de 2.1% previsto para el país en 2023 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) será insuficiente para bajar las tasas de pobreza, en un contexto en el que al régimen se le cierran las fuentes de financiamiento internacional y, si la economía crece, lo hace en gran medida por causa de factores externos que pueden cambiar sin haber posibilidad de incidencia.