Opinión

Victoria táctica, dilema estratégico

La diferencia entre táctica y estrategia es clave para entender el conflicto actual entre Irán e Israel y, en particular, el significado del ataque de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes.

Táctica vs. estrategia: definición operativa

Táctica: Se refiere a las acciones concretas, inmediatas y de corto plazo en el campo de batalla. Es el “cómo” se pelea una guerra: operaciones militares, ataques selectivos, defensa de posiciones, uso de tecnología y despliegue de fuerzas.

Estrategia: Es el plan de largo plazo, el objetivo político-militar global. Es el “para qué” se pelea: cambiar el equilibrio regional, asegurar la supervivencia de un régimen, impedir el acceso al arma nuclear o ampliar una esfera de influencia.

¿Qué representa el ataque de EE.UU.?

El ataque de este sábado, según fuentes israelíes y estadounidenses, fue quirúrgico, coordinado y de alto impacto. A nivel táctico, representa una victoria importante para Estados Unidos e Israel:

  1. Golpeó tres objetivos nucleares clave en territorio iraní con precisión.
  2. Evidenció las debilidades en los sistemas de defensa aérea de Irán.
  3. Mostró una coordinación estrecha entre Estados Unidos e Israel, pese a los mensajes públicos previos de distanciamiento.

Desde esta perspectiva, Estados Unidos e Israel logran una ventaja táctica: humilla militarmente al régimen iraní, daña su infraestructura y reafirma su capacidad de disuasión.

Pero en el terreno estratégico, el panorama es más incierto y peligroso:

- El ataque puede empujar a Irán a insistir y tratar de acelerar su programa nuclear como garantía última de supervivencia.

- Teherán podría redoblar sus vínculos con Rusia, China y sus aliados regionales (Hamás, Hezbolá y los hutíes).

- El conflicto se internacionaliza aún más, con riesgos de arrastrar a Estados Unidos a una guerra directa o a una escalada regional.

- La posibilidad de un cambio de régimen en Irán, buscado por Israel, sigue siendo incierta, y podría incluso provocar un cierre de filas interno.

Conclusión

Estados Unidos e Israel ganan la batalla táctica, pero la guerra estratégica sigue abierta. El régimen iraní, herido, pero no derrotado, puede optar por resistir, reformarse o incluso radicalizarse. La región, mientras tanto, queda en vilo: lo que hoy parece una victoria militar puede transformarse, en el mediano plazo, en el detonante de una nueva fase del conflicto -más imprevisible y peligrosa-. Las guerras en Afganistán e Irak son un trágico recuerdo de ello.