Opinión

Observatorio de la Alianza del Pacífico

JE Cheyre cuadrA fines de este mes Chile jugará un rol estelar en la Cumbre de la Alianza del Pacífico (AP). Nuestro país asume la presidencia pro témpore del Acuerdo en momentos especialmente relevantes. La Alianza ha vencido con éxito las lógicas barreras de inicio y se ha posicionado ya no como una iniciativa sino como un vínculo virtuoso que exhibe logros concretos. En esta cumbre se contará con la presencia del Presidente Macri, demostrando el evidente interés de Argentina de acercarse a los Estados con políticas públicas que rinden beneficios a sus pueblos. El interés de Argentina puede ser la puerta para que la propuesta de Chile de convergencia en la diversidad permita establecer acciones concretas que relacionen al Mercosur y a la AP.

Dentro de las actividades está prevista la ratificación formal de un acuerdo que ha dado vida a un Observatorio Estratégico de la Alianza del Pacífico (OEAP). La Universidad Católica invitó a participar en esta iniciativa a la Universidad del Pacífico del Perú, a la Universidad de los Andes de Colombia y al TEC de Monterrey de México, abriéndose por cierto a la incorporación de otros centros de investigación y estudios de los países miembros. La idea surgió de la necesidad que tiene la AP de avanzar rápidamente en los distintos tópicos que incluyen sus acuerdos y objetivos. Se detectó que resultaba urgente proveer de información útil y relevante a los tomadores de decisión público y privados. Existe una agenda que requiere de insumos que permitan unificar los esfuerzos realizados en distintos organismos y países de la región, despejando interrogantes en materias específicas que lleven a acercar políticas en materias que deben complementarse para generar la unión propia de un pacto de integración. Las Universidades, con todo su potencial de investigación, son centros donde esos insumos pueden ser provistos. La unión del sector público, privado y la academia ha demostrado constituir la triada que en EEUU, en Europa y en Asia mejora la forma de resolver asuntos que sin esa unión no vincula el conocimiento en materias específicas con las decisiones y acciones de quienes están llamados a aplicarlo y transformarlo en proyectos concretos.

EL OEAP buscará fomentar la acción público-privada para potenciar y facilitar los logros de la AP. Ello se logrará a través de la generación de contenidos, estudios, investigaciones y cruces de datos. El Observatorio también se plantea como un lugar desde donde se irradie a sectores como las medianas y pequeñas empresas y también a la sociedad civil los espacios y acuerdos concretos que a ellos puedan beneficiar, los que suelen serles desconocidos.

Un proyecto de esta naturaleza es innovador y exigirá que cada uno de los sectores convocados asuma conductas propias de un sistema que aún en Chile no ha adquirido el nivel de los países desarrollados. En el mundo académico debemos asumir que nuestras investigaciones tienen que tener un valor de uso clarísimo; ya no se tratará de documentos a publicar en prestigiadas revistas sino que la información que se entregue debe ser entendible y aplicable por emprendedores, empresarios y funcionarios. El Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP), los empresarios, emprendedores e innovadores requerirán definir sus demandas y apoyarlas para que sean interesantes de asumir por las Universidades y sus investigadores. Finalmente el sector público representado por el Grupo de Alta Negociación (GAN) no puede renunciar a establecer requerimientos y liderar la utilización de este valioso instrumento que lo provee de una base de conocimientos que hasta la fecha no existía y que lo hace de manera moderna alejada de burocracias paralizantes.

Desde la Universidad estamos convencidos que la vocación que podemos hacer de contribuir a lo público con esta iniciativa encuentra una forma más de apoyar el gran objetivo que tiene nuestro país y la región. Aspiramos ayudar a lograr estándares internacionales con el fin de llegar a un desarrollo integral que tenga como gran beneficiario a los seres humanos que merecen mejores condiciones de vida en dignidad.

Fuente: Diario Financiero