Hoy a primera hora tres expertos se reunirán a conversar sobre el impacto de la salida de Gran Bretaña (Brexit) de la Unión Europea (UE) en la escuela de derecho de la U. Católica.
Uno de ellos es el presidente y fundador de Asset Chile y consejero del Centro de Estudios Públicos, CEP, David Gallagher.
Admite que su primer impresión fue de sorpresa porque nadie había anticipado el resultado positivo para el Brexit y lo adjudica a una campaña muy débil de los que defendían la permanencia en la UE, entre otros factores.
“También es como un voto de protesta con algunas correlaciones: a más pobre la región de Inglaterra, a menos escolaridad, y a mayor edad, más a favor del Brexit”.
¿Y en términos políticos a qué obedece?
Es una legítima crítica a la burocracia de Bruselas. También muchos trabajadores blancos estaban por el Brexit por la competencia de los polacos en la construcción, si hay 850 mil polacos en Inglaterra. Los que hicieron campaña por el Brexit confundieron, mintieron porque dieron la impresión que iba a ver inundación de ese tipo, cuando la inmigración de asiáticos, musulmanes, africanos, no tiene que ver con la Unión Europea.
Se pensó en un momento que vendría una mayor volatilidad de los mercados como en 2008
No, esto no tiene nada que ver con 2008. Aquí no hubo una crisis tan profunda en los mercados accionarios británicos, bajó un poco la libra, pero no tanto como se creía. Sí ha introducido incertidumbre confirmando algo que ya había respecto de los resultados de elecciones en Francia, Alemania, en EEUU: si pasa esto en Inglaterra qué puede pasar en otros países, ese es el tipo de duda que se abre porque Inglaterra per sé es el 14% del PIB de la UE, es importante pero no remece el mundo entero.
¿Es un voto contra la globalización?
No creo que sea eso. Este es un voto contra la élite, de protesta.
¿Qué impacto podría tener para Inglaterra esta decisión?
Hay un escenario en que se sale totalmente de la UE, de la unión aduanera y del pasaporte para las transacciones financieras. Este escenario tiene cierta ventaja porque puede declarar libre comercio unilateral. Puede ganar más de lo que pierde y Londres o Edimburgo como centros financieros se pueden beneficiar porque pueden desregular aún más. Esa es la visión de algunos brexiteros de volver a una Gran Bretaña más libre comercio, de mayor apertura.
¿Y qué otro escenario se abre?
El que se negocie una alternativa tipo Noruega que sigue en la UE para efectos de comercio y mantiene el pasaporte para transacciones. Pero si queda en este escenario tendría que seguir aceptando movilidad laboral y contribuyendo al presupuesto de Bruselas, sería más de lo mismo, lo que tiene ahora, pero sin voz ni voto, sería bastante ilógico. Si ese sería el desenlace tendría que haber otro plebiscito porque sería como una burla.
¿En qué condiciones ve ud. a la UE negociando con Inglaterra, porque fue muy dura?
Corre el temor de la UE de crear un precedente y potenciar un efecto dominó. Creo que en muchos países hay fuertes movimientos similares al Brexit. Antes del referéndum estaba en Italia y muchos amigos querían el Brexit para darle a Italia también un pretexto para Italexit; en Francia y Alemania pasa lo mismo.
¿Hasta dónde puede llegar este tipo de movimientos, cómo ve el panorama?
Me asusta un poquito la ola de populismo que se está dando en la UE desde la extrema derecha o la izquierda en distintos países producto de la inmigración y de la resaca que existe de la tremenda crisis de 2008-09 donde hay la percepción entendible es que las élites, los tecnócratas fallaron porque no previeron lo que iba a pasar y quedó la tendalá.
¿Al final es la élite la que está en tela de juicio?
Lo que está pasando ahora, sucedió en los años 30, cuando cundió el populismo, y Europa terminó con extrema izquierda o derecha, y Alemania en manos de Hitler, y las élites ¡pucha que habían fallado! tras la primera guerra y la crisis del 29 cuyo efecto duró toda la década. Ahora se suman otros factores como la comunicación con la gente más empoderada, más educada. También hay olas, ciclos que se dan en el mundo donde la gente quiere más aventura, se vuelve iconoclasta y quiere destronar a los que están, eso se traduce, por ejemplo, que en España aparezcan dos partidos que son clones de los existente pero tienen el mérito de ser nuevos.
¿Chile también está viviendo ese período de aventura, de querer destronar?
Ha habido mucho desde el movimiento estudiantil de 2011, pero a lo mejor en Chile estamos viniendo de vuelta, apreciando más los gobiernos que hacen buena gestión. Creo que los países de repente tienen una ansiedad de fiesta, de aventura, que a lo mejor están buscando los brexiteros, eso ya lo hemos estado viviendo en Chile y viendo cómo la fiesta empieza a afectar el empleo, los sueldos y el crecimiento.
¿O sea ya pasamos el chasconeo, y estamos saliendo?
Tendremos que ver cómo se desarrollan los próximos años y qué dicen las encuestas, ya viene la CEP que puede ser interesante.
El Centro de Estudios Internacionales UC realizará mañana miércoles a las 9:30 horas este encuentro, que tendrá como expositores a Oscaldo Rosales, asesor en temas internacionales; a Fiona CLouder, embajadora de Inglaterra; y a David Gallagher, presidente de Asset. Quinto piso de la Facultad de Derecho UC (Alameda 340).
FUENTE: Pulso