La concepción de la nación "Objetivamente reconocida" de Giuseppe Mazzini, se hizo cada vez menos defendible. La idea francesa del Estado-nación con ciudadanos en igualdad de derecho frente a la ley, se enfrenta a la competencia del otro modelo social que es el etnicismo. Esta noción, que Alfred Grosser caracterizó como un "Racismo", es una de las explicaciones más certeras a las reivindicaciones independistas de varias regiones europeas. Sin embargo, esta característica étnica no es la única explicación a esa voluntad de separación. Las coyunturas económicas y estructurales han cambiado, y la deslegitimación de la retórica nacionalista coincide con la crisis de los presupuestos públicos.
Mikhaïl Neïjmakov 1 , ubica a las reivindicaciones independistas como las más fuertes en las regiones las más prosperas de la Unión Europea, quienes refutan de contribuir al esfuerzo nacional. Los deseos de independencia de Escocia, han aparecido después del descubrimiento de yacimientos de petróleo en la costa, y con la voluntad de seguir en competencia con el centro económico "City" 2, quien se beneficia de un sistema fiscal ventajoso. La Ligua del Norte italiana y Cataluña, han sido derribados por los impuestos nacionales.
Este diálogo de sordos entre independistas y anti-independistas, radicaliza las posiciones. Los primeros quieren una transición completa y seca de la soberanía. Los segundos refutan todas las ideas de descentralización. Una alternativa razonable para todo esto, podría ser la inscripción del federalismo en la constitución como en Alemania o Canadá, lo que se traduciría a más autonomía especialmente fiscal, para las regiones independistas.
¿Qué opina la UE?
Bruselas, no tolera estas reivindicaciones de emancipación. La desintegración de los Estados, toma la dirección opuesta a la construcción europea, con un mecanismo dedicado al apoyo entre los diferentes países. El proceso que pone en duda los Estados del siglo XIX, podría disipar a los actores que han dado nacimiento a la UE. Los tecnócratas europeos, temen a que el poder se des localice, y que las ciudades y regiones compitan entre ellos.
¿Cuáles son las consecuencias reales de esta situación?
Las regiones que buscan la independencia, no serán ganadores en todos los aspectos, ya que sin duda van a dejar de contribuir al esfuerzo nacional. Sin embargo, estos nuevos ingresos no serán suficientes para remplazar el servicio público estatal (fiscalidad, justicia y defensa). ¿Que pasara con las compañías lombardas, Escocesas, catalanes, quienes no podrán luchar en ese mundo globalizado? Otra pregunta relevante es saber ¿dónde va a jugar el FC Barcelona? su integración en la liga francesa se ha mencionado...
A la hora del crecimiento, las críticas contra la mundialización, las instituciones europeas y la crisis migratoria, que es la más grave que ha conocido el "Continente Antiguo" desde 1945, se acrecentarán. El tema de las nacionalidades que hemos pensado terminar, podrían volver al primer lugar como un regreso a las realidades antropológicas que determinó la filósofa Simone Veil en "L'Enracinement" (1943).
"El arraigo es quizás el deseo más importante y lo más desconocido del alma humana. Es una de las más difícil de definir. Un ser humano tiene una raíz para su participación real, activa y natural a la existencia de una colectividad, quien conserva vivos varios tesoros del pasado y algunos presentimientos de futuro".
En el amor sólo los actos sopesan, las palabras no valen nada. Tenemos que demostrar a esas regiones con tentaciones infieles que nos importan. Al riesgo de un divorcio de tinieblas.
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[1] Politólogo ruso
[2] Edimburgh, es el segundo sitio financiero de Gran Bretaña después de Londres... La región más endeudada por España.