Con una economía abierta al mundo, una sólida Marca País y sus Regiones como parte sustancial de ella, la Diplomacia y en general todas las agencias públicas que apoyamos la acción privada en el exterior tenemos un escenario promisorio con una apertura comercial y red de tratados significativa, con 26 acuerdos comerciales capaces de abarcar el 64,1 % de la población mundial y el 86,3 % del PIB global, pero a la vez el gran desafío de aumentar la magra cifra de ese solo 2,9% de las Pymes que coloca de manera directa sus productos en el exterior.
En ese contexto, pensemos, y solo por tomar una muestra, en la Región de Antofagasta, capital minera de Chile, y los rubros asociados a bienes, servicios a la minería y tecnología que pueden internacionalizarse aún más.
Más al centro, la Región de Valparaíso, que alberga los principales puertos de Chile, nos da un ejemplo con sus insignes viñedos del Valle de Casablanca, pero aun pudiendo incrementar las cifras de su agroindustria presente en la zona V Región Interior.
Avanzando al Sur, en el Maule, el caso de los jugos es especialmente significativo, siendo la segunda región productora de jugos del país, tanto de manzana como uva.
Continuando con este breve y aleatorio recorrido, la Región de Los Ríos experimenta con su industria maderera, a través de Pymemad, un interesante proyecto Corfo en desarrollo en Panamá, y que será innovador en cuanto al ingreso de medianas industrias al mercado panameño, con miras a la reexportación e incorporación eventual a la subregión de Centroamérica y el Caribe.
Por último y solo a modo de ejemplo, el salmón que representa más del 70% de las exportaciones de la Región de Los Lagos. Este producto tiene en Panamá su quinto destino a nivel latinoamericano y con envíos que han aumentado de manera constante pasando de solo 268 mil dólares exportados en 2010 a 6,2 millones en 2016.
En todo este contexto, es del caso mencionar que contamos con un TLC abierto a las dinámicas del mercado, que en el año 2018 cumple 10 años de vigencia, y que ya a octubre del año 2017 posicionaba a Panamá como el principal destino de nuestras exportaciones de bienes FOB en miles de dólares en la subregión de Centroamérica y el Caribe. Por otro lado, el rol de Chile como usuario del Canal de Panamá, con un tránsito de más de 27 millones de toneladas largas en el último año fiscal, nos mantiene como el tercer usuario a nivel mundial de la ruta bioceánica.
En síntesis, casos como los esbozados hay muchos, en Panamá y en el mundo, ahora el desafío es la maduración del acompañamiento y complementar aquello con cuerpos normativos, simples y dinámicos, que respalden sustantivamente a las Pymes, la innovación y el emprendimiento. Todo esto, aparejado de más programas de capacitación, apoyando el acceso a nuevos mercados, la conectividad a las plataformas digitales y una serie de otras medidas que nos plantean tareas a los agentes convocados a utilizar de manera estratégica la Marca País Chile, a “Hablar por Chile” y a intermediar en el exterior promoviendo, entre otros, los intereses comerciales del país.
Todo, por cierto, asumiendo que los servidores públicos, incluida la Diplomacia, siempre debemos estar llanos al diálogo con la ciudadanía e internalizando el insoslayable escrutinio público de un mundo hiperconectado, en el que la rendición de cuentas y la transparencia son imperativos democráticos.
Cristián Jara
Abogado de la Universidad Adolfo Ibáñez, Magíster en Derecho de los Negocios (MBL) de la misma Universidad, diplomático chileno y actualmente en servicio en la misión diplomática de Chile en Panamá.