Opinión

Made in China

¡Cuidado! No use bicicletas Mobike para desplazarse por la ciudad; no elija un auto marca Great Wall para su viaje de veraneo; no compre una aspiradora inteligente Xiaomi para limpieza del hogar; y, menos se le ocurra, comprar un celular Huawei para comunicarse con sus amigos. El riesgo, le dirían algunos, es que sufra espionaje del gobierno chino.

Esta es la situación internacional que enfrenta la gigante del mundo tecnológica Huawei, actualmente la principal fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones y la segunda mayor de smartphones, debido a los supuestos lazos con el gobierno chino que se le imputan.

Huawei se trata de una empresa privada fundada en China por Ren Zhengfei en 1987, que cuenta actualmente con más de 180 mil empleados –en donde el fundador solo concentra el 1,4% de la propiedad mientras que más de 80 mil empleados el resto–, opera en más de 170 países, tiene ventas de US$92.5 billones (2017), y sus productos comprenden redes móviles, teléfonos celulares inteligentes, tablets, entre otros.

Ha sido un escenario complejo para los líderes tecnológicos de siempre, ya que el año pasado Huawei destronó nada menos que a Apple como la segunda mayor empresa en ventas de celulares inteligentes, y el mundo se encuentra desarrollando lo que será la infraestructura 5G, en donde la china aparece como una de las candidatas favoritas gracias a su experiencia en la industria.

En paralelo, ciertos actores han decidido acusar a Huawei y su tecnología de riesgo de espionaje del gobierno chino; se han producido opiniones divididas al interior del grupo ‘Five Eyes’; se ha solicitado la extradición de su CFO (Meng Wanzhou) –hija del fundador de Huawei– a Estados Unidos producto de supuestas violaciones por parte de la empresa a sanciones impuestas a Irán; y se ha convertido en una de las principales “cartas” en la guerra comercial que mantiene Estados Unidos con China.

Sin embargo, las críticas no han logrado convencer a todo el mundo. Así, el National Cyber Security Centre (NCSC) del Reino Unido ha dicho que los supuestos “riesgos son manejables”; Alemania ha señalado que no ha logrado encontrar evidencias de espionaje; el CEO de Vodafone ha hecho referencia a las posibles disrupciones si se deja fuera a Huawei de la competencia por la red 5G; Telus en Canadá ha hecho alusión a los riesgos en los costos de los operadores; Nueva Zelanda ha decido hacer su propio análisis de riesgo; y varios expertos han señalado que el problema de mal uso de las tecnologías en un mundo interconectado de Internet of Things (IoT) trasciende a los smartphones y China –cómo olvidar el caso de Alexa de Amazon.

En definitiva, surgen sospechas de que se está intentando frenar a un líder tecnológico chino en su proceso de expansión internacional con el objeto de mantener una supremacía tecnológica mundial.

Creo que en nuestro país se debería adoptar una postura abierta y sin prejuicios, haciendo análisis que se ajusten a la legislación y regulación técnica locales para beneficiarnos como usuarios con las mejores tecnologías disponibles a los precios más bajos.

De todas formas, felices deben estar en Huawei de la gran campaña de marketing gratuita que se ha creado en su favor.