Opinión

Elecciones europeas

En Francia, las elecciones europeas nos ofrecieron varias sorpresas: primero, una participación superior a 50%, el resultado más alto desde 1994. Ya se sabía que el Rassemblement National (extrema derecha francesa) y “La Republique en Marche” (partido del Presidente Frances Emmanuel Macron) llegaran respectivamente primero y segundo. La lista de Marine Le Pen, hija del fundador de su partido y su neófito leader Jordan Bardela recibieron casi 23,31% de los votos. Representa un poco menos que por las elecciones del 2014.

La lista del presidente Macron, recibió 22, 41% de los votos. A pesar de esta “derrota”, el primer ministro Frances Edouard Philippe y el leader de la lista europea Nathalie Loiseau hablaron de una “solidez de la mayoridad presidencial”. Aun si la diferencia con la lista del Rassemblement National es pequeña, esta lista recibió menos votos que durante las elecciones presidenciales del 2017.

La segunda sorpresa viene del partido ecológico Europe Écologie-Les Verts (EELV) que con sus 13,47% está en el tercer lugar.

La derrota que recibieron los partidos tradicionales representan la tercera sorpresa: “Les Republicains” (derecha, ex partido de Nicolas Sarkozy) gano solamente 8,48% de los votos (recibió más de 20% en 2014). La France Insoumise de Jean Luc Melanchon (izquierda) recibió 6,31% y la lista del Parti Socialiste-Place Publique del filósofo Raphaël Glucksmann solamente 6,19 %. Las otras listas, cuyo la de los chalecos amarillos no superaron el 1%.

Al nivel europeo, podemos decir que los dos partidos históricos (el PPE – Católicos demócratas y el S&D social- demócratas) no tendrán más la mayoridad de los asientos en Brúceles. Aun si quedan los dos grupos más grandes, otros grupos rompieron el bipartidismo.

Los grandes ganadores son los nacionalistas, los populistas, los ecologistas y los liberales pro europeos. La ALDE (El Partido de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa) llega al tercer lugar. La lista de Nathalie Loiseau – la del President Macron participara a esta.

En cuanto a los Verdes, también pueden reivindicar un rol importante. Una puntuación es emblemática: la de los Verdes alemanes con 20.9% de los votos, dos veces más que en 2014. Se convierten en la segunda fuerza política más grande del país, por delante de los socialdemócratas (menos del 16% de los votos). En el Reino Unido, los Verdes también casi duplicaron su puntaje, con casi el 12% de los votos, superando al gobernante Partido Conservador. En Irlanda, el Partido Verde alcanza una puntuación sin precedentes con el 23% de los votos. En Austria, Irlanda y los Países Bajos, sus homólogos también están por encima del 10%.
Como consecuencia, se espera que el Grupo Verts-ALE en el Parlamento Europeo obtenga unos 20 escaños adicionales, de 52 a casi 70 (de 751) diputados. Esto es la concretización de la toma de conciencia del calentamiento global que sufre el planeta.

Sin verdadera sorpresa, solo la Liga de Matteo Salvini y el Partido Brexit de Nigel Farage confían en las puntuaciones más altas en los equipos nacionales. En el primer caso, esto permitiría al grupo ENL (Europa de las Naciones y las Libertades) pasar de 36 a 60 escaños. En el segundo caso, el grupo populista EFDD ganaría una docena (de 44 a 56).

Según las estimaciones que se confirmarán, la Liga de Matteo Salvini podría convertirse en el partido nacional con más miembros en el Parlamento Europeo, a menos que sea el Partido Brexit del Nigel Farage británico.

El Parlamento Europeo sacudió, pero no vaciló. El progreso de los nacionalistas, europeos y populistas no ha sido suficiente para desestabilizar el campo pro europeo, que debería obtener una mayoría suficiente entre los 751 diputados.

Las negociaciones comienzan hoy con, en foco, la composición de una coalición estable y, especialmente, el nombramiento del nuevo presidente de la Comisión. El sucesor de Jean-Claude Juncker de Luxemburgo tendrá que obtener la aprobación no solo de los 28 jefes de estado y de gobierno, sino también de al menos 376 eurodiputados. El día después del voto ciudadano, comenzó la carrera por cargos y mandatos.