Gigantes chinas apostarán por el desarrollo de Energías Renovables No Convencionales y grandes licitaciones públicas. InvestChile realizará en septiembre una serie de actividades en Beijing, Shanghai y Hong Kong para promover una cartera de 150 proyectos públicos, por más de US$18.600 millones hasta el año 2023, en sectores como infraestructura, turismo, minería y energía.
A fin de año, cuando el presidente de China Xi Jinping visite Chile en el marco de la Cumbre Apec en Santiago, probablemente se mostrará satisfecho por el desembarco de una serie de empresas chinas en nuestro país, que no sólo apostaron por los recursos naturales, sino que también por las finanzas y la tecnología.
Una muestra es DiDi, una compañía de transporte china con sede en Pekín, que la próxima semana pondrá en marcha su servicio en el Gran Santiago, y que se instala como fuerte competencia de Uber y Cabify: mientras estos dos últimos cobran un 25% del total de los viajes, la plataforma china cobrará sólo un 10% a sus “socios conductores”.
En los últimos dos años el mercado chileno ha vivido una fuerte arremetida de capitales chinos. Según las cifras de InvestChile, la cartera de iniciativas chinas creció de 5 proyectos por US$ 310 millones en 2016, a 20 proyectos por más de US$ 1.800 millones a fines de 2018. Sólo en el primer semestre de este año se contabilizan 23 proyectos chinos a la cartera, los que suman más de US$ 2.100 millones.
No obstante, las empresas han hecho públicas solo cuatro de las iniciativas avaluadas en US$ 1.391 millones. Por lo tanto, 19 proyectos que suman US$ 721 se mantienen bajo reserva. “La evolución de los proyectos de capitales chinos que apoya InvestChile es un buen ejemplo de este interés creciente”, afirma Cristián Rodríguez, director de InvestChile.
En estos últimos años, diversos conglomerados del gigante asiático no sólo han logrado recalar en el país, sino también afianzar su posición en el mercado chileno: incluso el año pasado, una empresa china se adjudicó por primera vez una licitación pública.
Sólo en dos operaciones recientes, dos grandes empresas chinas desembolsaron casi US$ 7.000 millones: En noviembre de 2018, la empresa Tianqi acordó la compra del 24% de SQM a Nutrien en US$ 4.700 millones, siendo la mayor transacción de una empresa china en Chile. Mientras que en marzo de 2018, la empresa China State Grid adquirió el 27% de Transelec por un monto de US$ 1.300 millones.
Otras iniciativas chinas han dado grandes pasos para consolidarse en Chile. Es el caso de Xiaomi –compañía que fabrica teléfonos móviles, entre otros productos– que a mediados de junio abrió su segunda tienda física en Santiago, en el mall Independencia; o de BYD Chile, que opera los buses eléctricos del nuevo sistema Red, que reemplazó el Transantiago. Tamara Berríos, Country Manager de BYD Chile, sostiene que actualmente se encuentran “habilitando, en la comuna de Pudahuel, las instalaciones donde realizaremos la postventa de nuestros vehículos. Además, tenemos planes de incursionar en nuevos proyectos de almacenamiento y gestión de demanda energética”.
Por su parte, China Railway Tunnel Group logró poner un pie en Chile al adjudicarse la construcción del tramo de 3 de las obras de extensión de Línea 2 de Metro de Santiago. La compañía une al Consorcio chino CRRC SIFANG, que se adjudicó la fabricación de 13 nuevos trenes de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) para los servicios de Biotren, Corto Laja y Victoria-Temuco.
Cristián Rodríguez, director de InvestChile acota que “el año pasado una empresa china ganó su primera licitación pública, con la adjudicación del proyecto del Embalse Las Palmas por parte de China Harbour Engineering. Sabemos que es un área que genera mucho interés, por lo que InvestChile realizará en septiembre una serie de actividades en Beijing, Shanghai y Hong Kong para promover una cartera de 150 proyectos públicos, por más de US$18.600 millones hasta el año 2023, en sectores como Infraestructura, Turismo, Minería y Energía”.
Tendiendo redes
Otro grupo de empresas chinas han comenzado a tender sus redes para arribar a nuestro país. Es el caso de China Huaxin, cuyo vicepresidente, Tang Hui, se reunió con la subsecretaría de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, el lunes pasado, a quien expuso el interés de la compañía en participar en el proyecto de conectividad de fibra óptica Chile-China. Según la plataforma de Ley de Lobby, el ejecutivo chino asistió acompañado por el ex subsecretario Pedro Huichalaf.
También el gigante del retail Alibabá -matriz de Aliexpress- ha mostrado interés por recalar en Chile. Pablo Turner, director de CMPC y presidente de AD Retail, reveló en un reciente seminario de marketing de Icare que un grupo de ejecutivos de Alibabá visitó Chile buscando obtener una huella física con click & collect. Vale decir, que los clientes que visiten la página web y compren algunos de los productos que se ofrecen puedan retirarlos directamente en alguna tienda en Chile.
“Alibabá anduvo dando vueltas en Chile en octubre o noviembre (del año pasado) y estaban viendo si podía hacer convenio con alguien. Puede ser desde Chileexpress, pero también pueden ser estaciones de servicio, lockers u otro retailers”, acotó el ex gerente general de Falabella.
Otras compañías siguen atentas a los movimientos del Estado para participar en grandes proyectos de infraestructura. Ese es el caso de China Raylways, que en conjunto con la chilena Sigdo Koppers (SK) buscan construir un tren rápido que una Santiago con la Región de Valparaíso a través de un tren rápido con una inversión de US$2.400 millones. No obstante, el gobierno decidió no incluir la iniciativa en la cartera de concesiones de 2019.
Mientras, China Development Bank (CDB) sería otra de las firmas interesadas en operar en Chile. Se trata de la institución financiera de desarrollo más grande del mundo y el banco chino más grande para la cooperación financiera, préstamos a largo plazo y emisión de bonos. De concretarse la apertura de su oficina en Chile se convertiría en el segundo banco de capitales chinos en llegar a nuestro país, detrás de China Construction Bank (CCB).
El origen de la expansión
La expansión de los capitales chinos por el mundo comenzó en 1999, cuando el gobierno del gigante asiático puso en marcha la denominada “China Go Out Policy”, incentivando el desarrollo de empresas estatales. Antes del año 2003 prácticamente no existía inversión china en el exterior, pero un ejemplo que viene a ser emblemático y un hito para este país es que sólo dos años después Lenovo compró la sección de computadores de IBM.
Hoy China se sigue expandiendo como segunda economía a nivel mundial y, por lo tanto, es “muy normal que las inversiones extranjeras chinas en el mundo siga aumentando”, dijo Ignacio Tornero, abogado asociado sénior del estudio jurídico Carey e investigador asociado del Centro de Estudios Internacionales UC (CEIUC). De hecho, entre los años 2014 y 2015 la inversión china en el exterior superó a la que efectuaron empresas extranjeras en China.
No obstante, a diferencias de lo que ocurrió en otros países de Latam, el ingreso de los capitales chinos a Chile se demoró en llegar. ¿La razón? Las estructuras de gobierno y económicas de Ecuador, Venezuela, Brasil y Argentina eran más cómodas para el gobierno chino y las empresas estatales china. Sin embargo, esto cambió y una de las principales razones es que dichos mercados comenzaron a presentar una mayor inestabilidad política y económica. Por lo mismo, las firmas chinas comenzaron a apostar por Colombia, Perú y Chile, que si bien eran países más complejos para ingresar le ofrecieron mayor seguridad jurídica a sus inversiones.
Pieza clave en la mayor integración entre Chile y China es el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En abril de 2014, la Jefa de Estado Michelle Bachelet lo nombró como embajador extraordinario y plenipotenciario de Chile para el Asia-Pacífico. Su función apunta a representar a Chile en una serie de actividades públicas que apunten a la profundizar los tratados de libre comercio entre ambas naciones.
Infraestructura y energía, los mayores intereses
Mauricio Benítez, director Internacional de BDO Chile, explica que en el futuro las inversiones chinas apuntarán al sector energético en Chile. “Los chinos están viendo instalarse en el norte para desarrollar energía solar. Ellos tienen proyectos que por medio de licitaciones buscan ganar. En Cerro Dominador quieren participar empresas chinas. Ellos buscan apuntar ahora al desarrollo de la energía renovable no convencional. También quieren expandirse en licitaciones de infraestructura”, acotó Benítez.
“Los focos de las empresas chinas en Chile estarán en energía, transporte eléctrico, infraestructura (Obras Públicas), conectividad y minería (litio). También buscan desarrollar inversiones ferroviarias”, acotó Carlos Salazar, representante de distintas compañías asiáticas.
Juan Esteban Musalem, Presidente de la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo, CHICIT consultado si el mayor arribo de empresas de capitales chino pone en riesgo la relación de Chile con Estados Unidos respondió:
“Las inversiones son siempre bienvenidas en Chile, siempre que cumplan las leyes vigentes y sirvan a nuestro desarrollo. En esta línea, las inversiones Chinas siempre son bienvenidas. No hay motivo alguno para que terceros países se incomoden. Y creo que el ejemplo que pone no tiene ningún asidero en la realidad”.
“Es prácticamente imposible que una avalancha de inversiones chinas afecte nuestra independencia. Tendrían que comprar gran parte del patrimonio nacional, y esa no es la intención de las empresas chinas ni de los empresarios y el estado de Chile. Es solo ficción”, remató.