Tras cinco días de duros enfrentamientos, con repercusiones mundiales, el gobierno de Estados Unidos y la multinacional 3M lograron un acuerdo para enviar a la primera economía mundial 166,5 millones de mascarillas N95 durante los próximos tres meses, “con el objetivo de ayudar a los trabajadores de la salud” en medio de la crisis del coronavirus.
“Compartimos los mismos objetivos de proporcionar respiradores muy necesarios a los estadounidenses y combatir a los delincuentes que buscan aprovechar la crisis actual. Estas importaciones complementarán los 35 millones de mascarilla N95 que producimos actualmente por mes en Estados Unidos”, dijo en un comunicado Mike Roman, presidente y CEO de 3M.
Por su parte, el titular de la Casa Blanca dijo: “Hemos llegado a un acuerdo, un acuerdo muy amigable, con 3M” (…) La saga 3M termina muy felizmente.”
El envío de los equipos se hará desde las instalaciones de la compañía en China, a partir de abril; mientras que el gobierno de Trump se habría comprometido a abordar y eliminar las restricciones de exportación y los reglamentos para habilitar este plan.
De esta manera, indicó la empresa en el texto, también se permitirá que 3M continúe enviando mascarillas producidas en EEUU a Canadá y América Latina, donde 3M es la principal fuente de suministro.
Y es que el jueves, Trump había invocado una ley de la Guerra de Corea con la que obligaba a empresas proveedoras de insumos médicos a no exportar productos a otras naciones para priorizar la atención de la demanda local.
Entre esas firmas estaba el fabricante de máscaras y guantes, que se ha convertido en uno de los proveedores mundiales más importantes en medio de la crisis del coronavirus.
En cifras
La firma con sede en Minnesota, indicó que desde enero se había aumentado la producción de las máscaras N95 a 1.100 millones de unidades por año, incluyendo los 35 millones que destina sólo a EEUU.
Para ello, “3M ha puesto en marcha inversiones y acciones adicionales que le permitirán duplicar su capacidad nuevamente a 2 mil millones a nivel mundial en 12 meses, con capacidad adicional para comenzar a conectarse en los próximos 60 a 90 días.”
“en EEUU, por ejemplo, 3M espera producir mascarillas N95 a una tasa de 50 millones por mes en junio, aumento del 40% con respecto a los niveles actuales”, afirmaron en el comunicado emitido la noche de este lunes, que puso fin a la disputa con Washington.
Un conflicto “contraproducente”
En entrevista con DF, Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, dijo que la medida hubiese sido “contraproducente”, ya que EEUU también necesitaría de la cooperación de otros países para importar insumos y equipamientos médicos para atender sus necesidades sanitarias.”
Con una decisión tan drástica que implicaba atar de manos a Canadá y América Latina, se hubiese podido generar represalias. “Llama la atención que la prohibición sólo se aplicará a esas regionales, lo que sería arbitrariamente discriminatorio”, indicó el experto.
Y agrego: “Los tratados de libre comercio y la propia OMC tienen a prohibir las restricciones a las exportaciones y establecen que las excepciones (como serían razones de seguridad nacional, y catástrofes invocadas por la Ley de Producción de Defensa) deben ser proporcionales, y en la medida que no haya una acción que cause menos perjuicio al comercio.”
A juicio de Sahd, la mejor vía para resolver los conflictos es “el camino de la cooperación seguido por Chile junto a países como Australia, Canadá, Nueva Zelanda”, donde se busque facilitar las cadenas de suministro. “No es primera vez que Trump toma decisiones de carácter unilateral, sin mayor interés en la cooperación global”.
Fuente: Diario Financiero