Pablo Cabrera, investigador del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica (CEIUC), conversó con La Prueba de ADN sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Además de su conocimiento en base a estudios, también se desempeñó como embajador chileno en ambos países. A día de hoy, la tensa relación parece ir en escalada y se habla de una invasión por parte de los rusos.
En este contexto, y con las consecuencias que se esperan, Cabrera aseguró que una guerra de enfrentamiento directo con infantería y armamento pesado, “sería suicida“.
“Vivimos en un mundo cibernético donde las guerras se pueden manejar por un botón, con manejo de las armas a atómicas. Hay que recordar que Rusia es un país nuclear y Ucrania no”, agregó.
Por otra parte, aseguró que la institucionalidad a nivel mundial a sido superada y hay falta de legitimidad por las entidades internacionales que tengan un rol intermediarios.
“Estamos viviendo un momento de mucha inestabilidad, ambigüedad y de mucha incertidumbre”, sostuvo el exembajador, señalando que en este escenario hay quienes pueden sacar provecho.
De igual manera, reconoció que existen los medios para frenar una guerra y hacer frente a una ofensiva. Sin embargo, espera que “no se utilicen verdaderamente en su extremo, porque estamos hablando de una guerra nuclear que significa exterminio“.
El origen del conflicto y la tensa relación
Pablo Cabrera apuntó a varios hechos, uno de esos en relación a las repúblicas que conformaron la Unión Soviética originalmente, se separaron y “tomaron una postura prooccidental. Eso ha causado algunos problemas”.
Algunos hechos más contemporáneos tienen relación directa con el sentir del pueblo ucraniano sobre su ‘dependencia’ y afinidad al gobierno ruso.
“En Ucrania, con un gobierno pro ruso, hubo revueltas porque no querían que Ucrania siguiera perteneciendo a la órbita rusa. Le costó tener la consolidación como república independiente, solicitó el ingreso a la Unión Europea”.
Poco a poco comenzaron a surgir situaciones de conflictos internos y diplomáticos entre ambos países. En definitiva, se firmó un tratado para reponer las relaciones, sin embargo no se respetó de manera integra.
La proyección del conflicto pasa por Vladimir Putin y agentes externos que velan por un alto al fuego. Según Cabrera, la nación ucraniana pasó a ‘segundo plano’ del problema principal y “la discusión está entre Rusia y Estados Unidos y Europa”.
“Al proyectarlo, creo que debería haber una negociación más confidencial, no con tantos medios ni amenazas”, agregó el especialista. De esta manera, podría evitarse que la tensa relación entre Rusia y Ucrania de giros inesperados y provoque problemas de grandes repercusiones.
Fuente: ADN Radio