Los planes quinquenales chinos constituyen iniciativas gubernamentales para programar el desarrollo económico y social de China durante un periodo de cinco años. Su génesis se retrotrae a 1953 de forma oficial, si bien la planificación detallada de las políticas económicas y comerciales dentro del país -y para con los extranjeros- fueron una constante durante la época imperial.
Los modelos de planificación chinos, inicialmente denominados “五年计划” “Wǔnián Jìhuà”, (literalmente plan quinquenal) y pasados a llamarse desde el XI plan quinquenal 2006-2011 “五年规划” “Wǔnián Guīhuà” (orientaciones quinquenales), constituyen una fuente de información única para empresarios e inversores, puesto que, a diferencia de otros países, el gobierno chino anticipa públicamente la dirección que tomará su economía, exponiendo hacia dónde irán dirigidos los recursos y esfuerzos por un período de cinco años.
El actual plan quinquenal, es el XIV plan desde 1953 y sigue la tendencia del XII y el XIII en cuanto a que todos han compartido el objetivo de solucionar ciertas externalidades negativas producidas a partir del proceso de “Reforma y Apertura” iniciado en la década de los 80. Principalmente, la redistribución desigual de ingresos; la baja presencia del sector servicios frente al industrial; la necesidad de reducir la dependencia de las exportaciones; el objetivo de desarrollar una economía de consumo interno y de circulación dual y, por último, la necesidad de flexibilizar la economía. Todo ello, mediante la profundización de la apertura al mundo.
En este sentido, algunos analistas esperan que este proceso de profundización de apertura al mundo exterior -en un contexto de relaciones tensas con la UE y EEUU- beneficie especialmente a regiones como Latinoamérica, donde la presencia china fue particularmente limitada tanto durante la “Reforma y Apertura” (改革开放), como a principios de la política de “Salir Fuera” (走出去战略) iniciada fines de los 90.
El XIV Plan Quinquenal (2021-2025)
La quinta sesión plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista Chino, concluyó el 29 de octubre de 2020 con la propuesta de los objetivos de desarrollo social y económico para el período del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y con el cometido primordial de centrar sus esfuerzos en alcanzar una modernización respetuosa con el medio ambiente, y lograr un desarrollo equilibrado entre las áreas rurales y urbanas. Todo ello mediante ulteriores reformas que doten al país de bases más solidas para profundizar el desarrollo de una economía de mercado socialista, a través de cambios más significativos en los derechos de propiedad y en la asignación de factores de producción basados en el mercado.
Vale destacar que este último plan quinquenal ha sido el más ambicioso en cuanto a políticas sobre protección del medio ambiente, lo cual se enmarca dentro de un esfuerzo mayor con miras al año 2035, cuando se espera que China se convierta en un “país socialista moderno” logrando una renta per cápita de US$ 30.000 y, en segundo término, visualizando el año 2050, cuando se espera que China se convierta en un “gran país socialista moderno”.
El énfasis tanto en la inversión en tecnología como en el esfuerzo de convertirse en un líder mundial en el desarrollo de energías verdes, son dos características adicionales que podemos destacar de este plan quinquenal.
Por lo anterior, es de esperar que China continúe con el proceso de innovación e intento de liderazgo en el establecimiento de nuevos estándares internacionales en lo relativo a autos eléctricos, tecnología 5G y 6G, semiconductores, entre otros ejemplos.
Las dos sesiones
La situación este 2022 no parece haber cambiado demasiado. Así, el “Work Report 2022” del gobierno chino presentado a propósito de Las Dos Sesiones (“Two Sessions”) (两会) (nombre que reciben las reuniones anuales de la Asamblea Popular Nacional y del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino), fue introducido por el Premier Li Keqiang el 5 de marzo de 2022 como una continuación del plan quinquenal sin grandes variaciones; salvo que incluye -entre otras cosas- un objetivo de crecimiento del PIB cercano al 5,5%, y añade magnitud al índice de desarrollo verde que el gobierno lleva publicando anualmente desde 2017.
Las “Two Sessions”, son también una fuente de información imprescindible para inversores extranjeros, puesto que entregan luces sobre la dirección que va a tomar el país desde el punto de vista económico por un año, y ayudan a dilucidar cuál será el grado de seguimiento de las políticas macro contenidas en el plan quinquenal.
Además de haber fijado un objetivo de crecimiento en torno al 5,5% para este año, también podemos destacar el hecho que se ha subrayado la importancia de invertir en áreas como bioseguridad y control de enfermedades contagiosas.
Respecto a lo primero, las expectativas de crecimiento del 5,5% para el 2022 han sorprendido a muchos expertos -que esperaban objetivos no superiores al 5%-, teniendo en consideración la situación económica mundial actual y la desaceleración económica china en el último trimestre de 2021, donde el crecimiento se limitó al 4% pese a gozar de un crecimiento anual del 8,1%.
Bajo estas circunstancias, el desarrollo económico de China para este año dependerá en gran medida de cómo se comporten sus exportaciones, lo cual estará a su vez condicionado a la evolución del conflicto ruso-ucraniano.
En cuanto a medidas concretas para alcanzar el objetivo antes indicado, se esperan esfuerzos de parte del gobierno central consistentes en rebajas y bonificaciones fiscales por un total de 2,5 trillones de RMB (USD 396 mil millones), que irán dirigidos principalmente a la industria manufacturera y a los pequeños empresarios. Estas medidas son reflejo del compromiso del gobierno chino por continuar desarrollando el consumo interno.
Por otro lado, se espera que para este año se acentúe la apuesta del plan quinquenal de continuar con un alto gasto en infraestructura, especialmente en zonas menos desarrolladas del país.
Reflejo de lo anterior, es el caso de la ciudad de Guiyang (capital de la provincia de Guizhou), que se ha convertido en un nuevo centro para big data, donde la misma Alibaba ha construido un parque científico-tecnológico que ha acelerado la atracción empresarial, junto con instalaciones para cloud computing y centros para el almacenamiento y análisis de datos. O el caso de ciudades como Xiangyang y Hengyang, que crecen a ritmos cercanos al 12% y que han atraído a empresas como Foxconn, la que, al igual que Alibaba, ha confiado en el cambio de foco económico.
Asimismo, otra iniciativa interesante que es preciso destacar, dice relación con el incremento en el uso de bonos con finalidad específica (SPBs) para los gobiernos locales, en línea con el objetivo de continuar con el desarrollo de áreas como high-tech, redes de 5G, trenes de alta velocidad, centros de datos y desarrollo de vehículos eléctricos.
De esta forma, tanto el análisis del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) como de las “Dos Sesiones” nos entregan invaluables luces de la dirección de la economía china en el corto y mediano plazo, así como de los impactos que estas reformas pueden generar en la relación con América Latina.