Un resultado incierto para el próximo 30 de octubre, día del balotaje, pues el favorito y sus seguidores vieron cómo se acortó notablemente la brecha.
El próximo 30 de octubre, Lula da Silva y Jair Bolsonaro se enfrentarán en las elecciones presidenciales de Brasil, para ver quién asume y llega al poder. Con las mesas escrutadas al 97,99%, los resultados de la primera vuelta fueron los siguientes:
• Lula da Silva: 48,01%
• Jair Bolsonaro: 43,56%
• Simone Tebet 4,20%
• Ciro Gomes 3,05%
• La diferencia entre los dos ganadores fue de un total de más de 5 millones de votantes
Se espera que los votantes de Tebet y Gomes generen la diferencia para el triunfo, pues entre ambos se suman 8 millones de votos en total.
Las causas de este fenómeno son explicadas por Juan Ignacio Brito, investigador de Signos y director de ECU de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes, quien asegura que “no hay una “victoria de Lula”, sino una ventaja relevante, aunque no decisiva, de Lula sobre Bolsonaro”.
“El candidato del PT debe estar decepcionado por el resultado, que no le permitió ganar en primera vuelta, como él mismo había vaticinado, junto con las encuestas. Parece ser que Lula sobreestimó su ventaja y pensó que ganaría sin hacer campaña en torno a temas importantes, como, por ejemplo, la política económica que piensa aplicar, respecto de la cual ha sido muy impreciso”, comenta Brito.
• Por otro lado, el experto asegura que hubo un voto oculto hacia Bolsonaro, en donde parte de la población no reconoce su preferencia, pero está latente, hecho que se demostró en la primera vuelta
La postura de Chile
Según Brito, se esperaba desde el país que ganara Lula, por la relación hostil que se mantiene con Bolsonaro. “Si gana Lula, las proyecciones son favorables; pero si eso no ocurre y Bolsonaro se impone, la apuesta de Boric habrá sido un fracaso y un traspié severo en su política exterior regional”, analizó.
Se debe recordar que, hace unas semanas, Bolsonaro comentó que el presidente Gabriel Boric había prendido fuego al Metro en el contexto del estallido social, lo que provocó diversas reacciones de molestia, pero que no consiguió el retracto del mandatario brasileño. Por su parte, este último aludió a que “el ciudadano de allí (Gabriel Boric) tiene el apoyo de alguien aquí en Brasil”, refiriéndose a Lula da Silva, su contrincante el siguiente 30 de octubre.
Expectativas
“Lula está en la “pole position” para ganar, pero también es llamativo que no lo haya logrado cuando todo estaba a su favor. Bolsonaro sorprendió, pero no le basta solo con eso. Habrá que ver si Lula apuesta por el “centrao” y si Bolsonaro apuesta para motivar a su base, que es más grande de lo que se suponía. La polarización de Brasil entre las dos posturas es evidente”, proyectó Brito.
Por su parte, Pablo Cabrera, Consejero del Centro de Estudios Internacionales de la U. Católica (CEIUC), dice que la elección está abierta, aunque recargada con polarización. Ahora, ambos bandos deberán intentar obtener los votos del centro que representa un alto porcentaje.
“Por otra parte, quienes votaron por los otros varios candidatos, es probable que se dividan por partes iguales (pueden dar libertad de acción o negociar), lo que favorecería ciertamente a Lula porque parte con el abono de más de cinco millones que fue la ventaja aproximada obtenida en primera vuelta”, explicó.
• A su vez, el experto indica que Chile debiese mantener una posición neutra por la importancia de su diplomacia con Brasil, quienes son un socio relevante.
Consecuencias
“Dado que la elección está abierta las consecuencias para ambos candidatos no son equivalentes más allá de ganar o perder. En efecto, de imponerse Lula serán muy diferentes las consecuencias dependiendo el porcentaje que alcance (su techo pareciera ser 55%); si es muy estrecho le será muy difícil gobernar atendida la configuración del Congreso y el peso de los Gobernadores. Si por el contrario fuere más amplia, otros factores entran a tallar”, comentó Cabrera.
Por último, según Brito “es obvio que Brasil se encuentra dividido en partes casi iguales, por lo cual quien salga ganador deberá tratar de consolidar la unidad nacional y su propio discurso a la vez, cosas que parecen hoy incompatibles”, aseguró, añadiendo que:
• En el caso de Lula, su pasado de corrupción y cárcel (de la cual solo se libró por cuestiones de procedimiento, no de fondo) son una mochila pesada, pues provoca desconfianza y recelo.
• Bolsonaro, por su parte, no ha querido hasta ahora moderar sus posturas y aboga por el voto duro y la transformación cultural para construir una mayoría duradera, lo cual deja “heridos” en el camino.
Fuente: Emol