Latinoamérica ha pasado por cambios políticos en 2022. Desde la vuelta al poder de Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, hasta la elección de un gobierno de izquierda en Colombia, bajo el liderazgo de Gustavo Petro, quienes a juicio del analista político José Stoute forman parte de las figuras “más relevantes” del año en materia política, dentro de la región.
“No cabe duda de que Gustavo Petro, Luiz Lula da Silva y Gabriel Boric (Chile) son los presidentes que mayor influencia han ejercido en el continente”, dijo Stoute a La Estrella de Panamá. Estos, según el analista, han surgido de los “procesos de crisis” que padecen diversos países latinoamericanos. “Son la respuesta que han dado los pueblos a una situación insostenible de mala distribución de la riqueza, desigualdad e institucionalidad”, dijo.
La importancia que tienen Petro y Lula para la región no es cuestionada por Richard Morales, analista político, quien señaló a 'La Decana' que la relevancia de estos mandatarios está en el “cambio” a la correlación de fuerzas en Latinoamérica. “Son dos de las economías más fuertes de la región”, señaló.
“Posibilita retomar el proyecto de integración regional, que implica una mayor independencia de Estados Unidos, y asumir posturas comunes en política exterior”, agregó.
Quien tiene un punto de vista diferente es el director del Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Jorge Sahd, quien dijo a este medio que aunque sí ve en Petro y Boric figuras de relevancia política este año, “la rapidez con la que se ha ido desplomando su aprobación deja un gran signo de interrogación sobre si serán capaces de desplegar su programa de gobierno y reducir los niveles de incertidumbre política y económica que generó su llegada al poder”.
Sahd plantea que las figuras de mayor influencia en el año son el presidente salvadoreño Nayib Bukele y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador .
“En una era de baja aprobación de los gobernantes, ambos siguen exhibiendo altos niveles de apoyo, a pesar de los rasgos autoritarios con que ejercen el poder”, dijo Sahd.
En el caso de López Obrador, lo que lo hizo destacar fue sus “intentos de darle mayor preponderancia a la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) en desmedro de la OEA (Organización de Estados Americanos), algunas intervenciones que se pueden calificar de injerencia en la política exterior de otros países, como el reciente episodio ocurrido con Perú, y el foco distinto que le quiere dar a la Alianza del Pacífico”.
Al hablar de Bukele, Sahd mencionó que se puede catalogar como un “fenómeno”, con niveles de aprobación superiores al 80%, pero con una “deriva autoritaria” en su forma de gobernar.
Sobre Bukele, el analista político Morales considera que no se puede poner en duda su importancia en este año, por la “apuesta singular y arriesgada” de invertir en bitcóin, pese a la “caída vertiginosa” del criptoactivo.
Para Stoute, el caso de Bukele es “excepcional” porque ha “dividido las opiniones políticas”, por la disminución de la delincuencia en El Salvador pese a los métodos que maneja y las consecuencias que pueden traer a futuro.
En un “segundo nivel de políticos relevantes”, el especialista chileno coloca al uruguayo Luis Lacalle Pou, pues ha planteado ideas que “desafían el paradigma latinoamericano”.
Sahd puso como ejemplo de la gestión de Lacalle Pou la “vocación de apertura internacional y económica mucho mayor que los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Venezuela), especialmente Brasil y Argentina”.
Otro elemento que destaca de la gestión de Lacalle Pou es sus “explícitas intenciones” de avanzar en una negociación bilateral con China, dejando de lado las normas del mecanismo Mercosur.
“Para la derecha moderna, Lacalle se posiciona con un liderazgo muy interesante que desafía algunos de los paradigmas que la izquierda latinoamericana ha tratado de instalar”, ponderó Sahd.
El péndulo político
Richard Morales ve en la victoria electoral de Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva una evidencia de la vuelta a la izquierda que está dando la región, producto del “hastío con los gobiernos de derecha”, ocasionado por su “abandono de la población más necesitada y el marcado elitismo de la derecha” y “su incapacidad de resolver los problemas estructurales de arrastre de los países de la región”.
Una visión que tampoco comparte Sahd, quien afirma que en vez de hablar de izquierda o derecha, tenemos que hablar del ciclo de “voto de castigo al oficialismo” que estamos pasando.
“Entre 2019 y 2021, de 14 elecciones, en 13 los electores castigaron al oficialismo”, señaló, siendo Nicaragua el único caso donde no sucedió; país en el que “no hay elecciones libres”.
“La luna de miel que tenían los gobiernos en su primer periodo prácticamente ya no existe y la ciudadanía es más demandante y más impaciente, cuando ve que no se cumplen sus crecientes expectativas”, aseguró Sahd.
Agregó que “la llamada 'nueva marea rosa', donde las seis principales economías de América Latina están siendo lideradas por gobiernos de izquierda, es muy distinta a la de la década de 2000”.
La marea rosa hace referencia a la oleada de victorias electorales que obtuvo la izquierda desde 1998, que comenzó con el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela y se extendió a Bolivia, Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y México.
“Esta nueva marea rosa no tiene el margen fiscal de esa época. Hoy enfrenta gobiernos con elevados niveles de deuda pública y con gran presión fiscal producto de la pandemia”, analizó Sahd.
A esto se le debe sumar la incapacidad que ha tenido para desarrollar mayorías en el congreso de sus naciones. “Eso los va a obligar a negociar mucho más”, ponderó.
Esta nueva izquierda es mucho más diversa en sus perfiles y orientaciones. “Hay que diferenciar a las izquierdas democráticas, de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela”, comentó.
No se puede dejar por fuera la creciente influencia de China en la región. “La presencia de China a nivel comercial y de inversiones en nuestra región, crea un cuadro distinto al de la marea rosa 1.0”, añadió.
Cambios a futuro
“América Latina es como un péndulo, que si bien está mostrando una preferencia por gobiernos de izquierda, este es un voto de castigo a quienes están en el poder, luego de este miniciclo de mayorías políticas de derecha entre 2015 y 2020”, explicó Sahd.
Las figuras políticas que han destacado en 2022 son un reflejo, según el especialista chileno, de que América Latina experimentará “ciclos políticos más cortos y con mayor alternancia del poder”, concluyó.
Fuente: La Estrella de Panamá