Expertos abordan las cifras que ha dejado la disputa entre ambos países postsoviéticos, desde el impacto económico, cantidad de muertes y el alcance con la región latinoamericana.
La connotada recepción que tuvo en Estados Unidos el Presidente Volodimir Zelenksi, puso nuevamente la mirada internacional en este conflicto que ya lleva 10 meses. Hasta el momento, más de 14 millones de personas en Ucrania han sido desplazadas de sus hogares a la fuerza, y desde el inicio de la guerra, se han registrado alrededor de 7.000 civiles muertos.
“Actualmente el conflicto se encuentra en una fase de altos niveles de violencia, que afecta a Ucrania especialmente en la vida de las personas, particularmente cuando se trata de los muertos y heridos. También por el permanente ataque a su infraestructura crítica que implica periódicos cortes de agua y luz, en momentos de baja temperatura, dificultando el acceso a calefacción y proyectando celebraciones de fin de año en difíciles condiciones por las dificultades en acceder a insumos básicos”, asegura la Directora de la Cátedra de Globalización y Seguridad del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Carolina Sancho.
¿Qué dicen las cifras sobre lo que ha implicado esta guerra?
En referencia a las estimaciones de la ONU, Sancho asevera que a la fecha, hay una existencia de más de 14 millones de personas en Ucrania, desplazadas de sus hogares por la fuerza. Asimismo, la experta señala que desde el inicio de la guerra (24 de febrero de este año), hay aproximadamente 7.000 civiles muertos.
También, la académica destaca que se han cometido crímenes de guerra en Ucrania, de acuerdo a la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania, cuyo reporte ha sido entregado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en septiembre de este año.
“Solo en Europa, con la llegada de las primeras olas de frío, hemos visto cómo se ha disparado el precio del gas ante la alta demanda y la sostenida reducción de las reservas europeas. Sin duda que el invierno europeo, que ya comenzó, nos empezará a dar mejores perspectivas del verdadero impacto económico de la guerra en el continente europeo, donde podríamos prever una merma importante en las reservas de gas y un vertiginoso aumento del precio del mismo”, asevera el investigador del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica (CEIUC), Diego Rojas.
El economista y académico de la USACh, René Fernández, explica que materias primas como el maíz, níquel, fertilizantes y trigo, están entre los principales productos de exportación de Rusia y Ucrania. En esa línea, y refiriéndose a los datos de la OCDE, el experto señala que se han observado alzas desde el 40% en maíz y sobre el 80% en trigo, en la primera parte de 2022.
“Estimaciones iniciales realizadas por la OCDE daban cuenta de que el costo económico de la guerra podría ser la reducción del crecimiento mundial en un 1%, adicionar 2,5% a la inflación global y 1,5% a las tasas de interés para mercados emergentes”, precisa Fernández.
Haciendo referencia a las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en cuanto a Latinoamérica y Chile, Diego Rojas proyecta que la guerra en Ucrania seguirá afectando la seguridad alimentaria de muchos latinoamericanos, aproximadamente al 40% de los habitantes de las regiones, y donde el hambre aumentó en un 30% solo este año.
Entre los efectos más notorios, señala, se encuentra el encarecimiento de los precios de los alimentos, que solo en lo que va del año a nivel regional (Latinoamérica), llega a una inflación promedio de un 11%.
De acuerdo con Rojas, este conflicto afecta a la región y a Chile por dos motivos:
• Por la baja capacidad agrícola de Ucrania producto de la guerra.
• El encarecimiento de los precios de fertilizantes, principalmente producidos en Rusia. Chile importa el 80% de los fertilizantes desde Rusia.
¿Se vislumbran posibles salidas al conflicto?
Rojas explica que, de momento, no se ven salidas claras al conflicto, y señala que aun cuando se intenten buscar salidas desde la comunidad internacional será difícil. Ante esto, argumenta que el principal problema es que mientras exista un continuo flujo de suministro de armas para ambos bandos, la salida a la guerra se ve cada vez más compleja.
Además, el investigador del CEIUC indica que, si bien se ha visto un retroceso ruso en los últimos meses, eso no significa que la guerra pueda llegar a un punto cúlmine en el corto plazo.
¿Qué peso tienen los apoyos internacionales que recibe Zelenski y cómo inciden en la posición rusa?
Carolina Sancho asegura que la ayuda otorgada por parte de la OTAN ha sido un respaldo significativo, favoreciendo el esfuerzo bélico de Ucrania frente a Rusia. Y explica que, tanto los recursos económicos recibidos, como las armas y el entrenamiento para su uso, entre otros factores, han permitido una respuesta defensiva de Ucrania frente a la invasión hasta el día de hoy.
“Zelenski en su visita a EE.UU. recibió el apoyo de baterías antiaéreas que el mismo presidente calificó como una ‘inversión en seguridad global y democracia’. Evidentemente eso impacta en las acciones rusas, principalmente por el revés en el campo de batalla que ha tenido en estos meses, donde la principal estrategia ha sido bombardear ciudades”, afirma Diego Rojas.
¿Cómo es la situación actual del conflicto y sus alcances?
Rojas explica que no hay avances hacia la paz ni ningún retroceso bélico. A pesar de llamados al cese al fuego por las festividades, el experto señala que será un duro invierno en Kiev. En la medida que no exista un retroceso bélico, sostiene, será difícil ver un avance concreto en la diplomacia y en una salida al conflicto.
“Además, tendremos que empezar a sopesar cómo golpeará un año de conflicto a Europa, y ver que tanto están dispuestos arriesgar Europa y sus aliados para darle un término”, añade el investigador.
Fuente: Emol