Opinión

Un mundo en rearme

Dentro de los múltiples reajustes que está experimentando el escenario global -proteccionismo, debilidad del multilateralismo, desafíos a la paz- hay otro factor poco relevado en estas latitudes: el mundo se está rearmando.

El informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) alerta que el gasto militar mundial creció un 6,8% en 2023, el nivel más alto desde 1949. Si bien este gasto aumentó en todos los continentes, EE.UU. y China lideran el ranking, aunque EE.UU. triplica las expensas militares chinas.

Junto al desglose fáctico, hay hechos políticos de gran significancia. Japón, que tras la Segunda Guerra Mundial optó por el pacifismo, comenzó a reconsiderar la posibilidad que su territorio pudiese ser atacado militarmente. Y así definió destinar el 2% de su PIB a gastos en defensa durante el próximo quinquenio. La tradición japonesa venera el pasado y sobre ella construye el futuro. Si sus vecinos China y Rusia desafían el orden mundial, la experiencia enseña que Japón debe prepararse. Si su mayor aliado, EE.UU., puede reconsiderar su compromiso defensivo, es imperioso dejar atrás los traumas pasados y consolidar su relación con Corea del Sur.

Alemania, también ha anunciado un “punto de inflexión”, modificando la política de defensa mantenida por décadas. Aunque no exenta de ambigüedades, este país ha aprobado el mayor gasto en defensa de los últimos 83 años. Y Boris Pistorius, actual ministro de Defensa y encargado de ejecutar este abultado presupuesto se ha encumbrado como uno de los políticos más populares del país con amplias posibilidades de suceder al Canciller Scholz. Esto dice mucho también de la mirada de la sociedad alemana.

Otra señal es que el experimentado ex primer ministro neerlandés Mark Rutte liderará la OTAN y abogará tenazmente por aumentar el presupuesto comprometido por los estados miembros. Rutte es un crítico feroz de la Rusia de Putin, régimen que avanzará sus intereses sin miramientos, como le enseñó la experiencia tras el derribo por artillería rusa del avión MH17, que provocó la muerte de cientos de sus conciudadanos.

En Asia, esta semana hubo dos factores apuntan al rearme. La visita de Putin a Corea del Norte buscó potenciar el suministro armamentístico, aunque se disfrazó tras un elegante lenguaje diplomático. Al mismo tiempo, el poderoso canciller ruso Lavrov abogó en Minsk por la necesidad de conceptualizar la “seguridad euro-asiática” invitando incluso a países del Oeste (¿los BRICS?) a profundizar la visión antiimperialista.

Estos eventos parecen distantes de nuestra América Latina, pero nos afectan de forma directa. La defensa colectiva del hemisferio descansa en el anticuado Tratado de Asistencia Recíproca, de dudosa utilidad en una región que profundiza sus diferencias. Argentina busca ser socio extra-OTAN, Cuba recibe barcos de guerra rusos y Chile figura entre los 40 países que más gastó en defensa el año pasado, según el SIPRI. Ante la falta de debate político, observemos y planifiquemos escenarios futuros.

Fuente: La Tercera