Opinión

Venezuela retira y exige salida de personal diplomático de siete países

Pasan las horas y la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela sube aceleradamente, luego de que el organismo electoral lo declarara ganador, con el 51% de los votos, de unas elecciones presidenciales cargadas de irregularidades, vicios y sospechas de un posible fraude.

Mientras el actual jefe de Estado era proclamado este lunes por el Consejo Nacional Electoral (CNE), aún sin haber terminado de transmitir todas las actas, las calles estallaron con manifestaciones espontáneas para repudiar su reelección en Caracas y otras ciudades del país, incluso en puntos que en otrora eran calificados bastiones del chavismo.

En paralelo, la comunidad internacional articulaba una reacción para objetar la poca transparencia en el conteo, pedir un recuento del sufragio y activar una reunión de urgencia en la Organización de Estados Americanos (OEA).

El llamado recogió en una carta la preocupación de Chile, Argentina, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, desatando la ira del Ejecutivo.

A través de la Cancillería, el Gobierno anunció el retiro del personal diplomático presente en esos países y exigió que dichas administraciones hicieran lo propio, “de manera inmediata”, con sus representantes en territorio venezolano.

“La República Bolivariana de Venezuela expresa su más firme rechazo ante las acciones injerencistas y declaraciones de un grupo de gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los postulados ideológicos del fascismo internacional”, señaló el comunicado.

Caracas no incluyó en este particular a Brasil, México y Colombia -todos bajo el liderazgo de la izquierda-, aun cuando pidieron a las autoridades electorales publicar los datos por cada mesa para garantizar la credibilidad y legitimidad de los resultados.

Según el director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile, Jorge Sahd, las medidas tomadas por Maduro “sientan las bases para el rompimiento de las relaciones diplómaticas”.

Tensión y violencia

La chispa que parece haber terminado de encender las manifestaciones en las calles fue la versión del fiscal general, Tarek William Saab, de un ataque contra el sistema electoral orquestado desde Macedonia del Norte por la líder de la oposición María Corina Machado junto a los exiliados Leopoldo López -quien está en España- y Lester Toledo.

Su discurso llevó a millones a tomar las cercanías del Palacio de Miraflores, antes casi inaccesible para los manifestantes, y llegar incluso al aeropuerto de Maiquetía, en La Guaira.

Machado, quien desestimó los señalamientos en su contra, aseguró que están enfocados en hacer valer los votos.
“Quiero decirle a todos los ciudadanos del país, a todos los demócratas del mundo, que tenemos cómo probar lo que sucedió ayer en Venezuela”, dijo.

Y ofreció el resultado que manejan como oficial: “En este 73% de actas (que tenemos), los votos que obtuvo Nicolás Maduro fueron 2.759.256 y Edmundo González Urrutia obtuvo 6.275.182 votos”.

De ser así, el embajador ganaría la contienda con el 70% de los votos, una diferencia jamás vista en la historia del país.

Atención regional

En medio de la conferencia de prensa ofrecida por González y Machado, la exdiputada informó que los llamados “colectivos armados” y miembros de la policía estaban asediando la embajada de Argentina en Caracas -donde están seis refugiados de la oposición- y pidió movilización de sus seguidores para protegerlos.

El ataque responde a las reacciones del Presidente Javier Milei, uno de los que más activo ha estado desconociendo los resultados. “Ni él (Maduro) se cree la estafa electoral que festeja. La República Argentina tampoco (...) no reconocemos el fraude”, tuiteó.

A él se sumaron los empresarios argentinos Marcos Galperín y Pierpaolo Barbieri, y el multimillonario -seguidor de Milei- Elon Musk.