Opinión

Consejero Pablo Cabrera: “Chile tiene que hacer un reseteo de su posicionamiento estratégico respecto de la Antártica”

 “No obstante su calidad de país antártico por antonomasia, Chile tiene que hacer un reseteo de su posicionamiento estratégico de cara al nuevo mapa geopolítico actual”.

Este es el mensaje que envía, desde Punta Arenas, el embajador Pablo Cabrera, al conversar con El Magallanes sobre el nuevo escenario internacional y el rol que le cabe a nuestro país respecto del continente helado.

En este mapa geopolítico en plena configuración, Cabrera plantea que Chile, como país de porte medio, puede jugar un rol coordinador y articulador para la paz, siempre y cuando tome decisiones claras y deje atrás los diagnósticos, enfocándose en cursos de acción viables. Es necesario involucrar al Congreso y la institucionalidad chilena para garantizar una verdadera política de Estado en los principios básicos sobre la Antártica.

Cabrera llegó a la ciudad para participar en el seminario “Antártica: un modelo para la ciencia y la gobernanza global”, realizado en el auditorio del campus del Centro Asistencial Docente e Investigación (Cadi) de la Universidad de Magallanes (umag).

Este encuentro fue organizado por la Fundación Konrad Adenauer con el apoyo de la Umag y el Instituto Antártico Chileno (Inach).

Tras ello, el embajador Cabrera compartió sus opiniones sobre el desafío de la Antártica, históricamente fundamental para Chile, admitiendo que está tomando hoy una importancia “bastante más capital” en el contexto de la geopolítica de los recursos.

En un momento global caracterizado por la precariedad del derecho internacional, la posición chilena en el continente blanco debe trascender la diplomacia tradicional y los diagnósticos estancados.

Siendo pragmático, el embajador plantea que Chile un país de porte medio en el contexto internacional y que no debe pretender liderar, sino coordinar y articular un rol en beneficio de una agenda para la paz y la ciencia.

La fragilidad de la posición
chilena ante la disrupción global

-¿Por qué la Antártica está adquiriendo una importancia geopolítica «capital» en el escenario mundial actual?

– “La Antártica siempre ha tenido importancia, pero actualmente está tomando un rol capital debido a la geopolítica de los recursos. El continente tiene un potencial enorme en minería y energía, además de contar con un ecosistema de recursos vivos tremendo. Esto se complica en un contexto de precariedad del derecho internacional”.

– ¿Qué tan sólido es el actual marco legal que protege a la Antártica, como Tratado Antártico mismo y el Protocolo de Madrid?

– “Existe una tranquilidad relativa en que para reformar el Tratado Antártico se requiere unanimidad. Sin embargo, la mirada está puesta en la posible reforma del Protocolo de Madrid (el tema ambiental) en el año 2048. El desafío es mucho mayor, ya que se está viviendo un momento donde se observa que el derecho internacional es “pasado por encima”. Un ejemplo de esta disrupción internacional es la orden ejecutiva emitida por Donald Trump en abril de este año, la cual autoriza la explotación de la minería del fondo del mar, pasando por alto la moratoria de la autoridad de los fondos marítimos internacionales. Esta acción debe considerarse una “luz amarilla tremenda” para el tema de la Antártica”.

Cabrera admite que, más allá de los tratados internacionales, la tradicional postura chilena tiene que navegar en un concierto internacional disruptivo, donde actores como Putin y Trump, entre otros, violan el derecho internacional en forma impune. Indica que el desafío chileno es responder a las tres “i”: incertidumbre, inseguridad e inestabilidad internacionales.

Pero, ¿no es muy feble la posición de Chile desde el punto de vista de la diplomacia tradicional?

“Mira, yo creo que, en un mundo así de disruptivo, hay dos posibilidades de enfrentarlo”.

¿Cuáles son?

“Una posibilidad es rebelarte, decir: “Yo no acepto esto” y golpear la mesa. Pero Chile no es Brasil. La otra es tener tantas fortalezas que te transformas en un interlocutor natural”.

Agrega que Chile tiene fortalezas únicas que lo transforman en un interlocutor natural en cuatro esferas: símbolo de paz y desnuclearización; territorio tridimensional; factótum del Tratado Antártico; y convergencia del cambio climático.

Remarca que Chile posee un rol estratégico y simbólico a nivel global. La Antártica, junto con la parte sudamericana del continente, constituye un territorio libre de armas nucleares, convirtiéndose en un ejemplo de paz y desnuclearización en un contexto donde los desafíos nucleares resurgen.

Agrega que su territorio, continental, marítimo y antártico, le otorga una dimensión tridimensional única, que se extiende incluso con una perspectiva astronómica hacia el espacio.

Como miembro fundador y actor clave en la creación del Tratado Antártico de 1959, junto con Argentina, Chile ha consolidado su influencia en la gobernanza polar y promovido mecanismos regionales como la Comisión Permanente del Pacífico Sur para abordar cuestiones de jurisdicción y amenazas. Además, su diversidad geográfica y climática lo posiciona como un actor natural en la discusión global sobre el cambio climático, donde convergen múltiples vertientes y desafíos ambientales.

 

Fuente: La Prensa Austral